Editorial Economía

Posibilidad del petróleo en el norte y la consolidación del Estado de derecho

Reflexiones sobre el papel de los recursos naturales y el sistema institucional

Posibilidad del petróleo en el norte y la consolidación del Estado de derecho
  • 10 de septiembre del 2025


La noticia acerca de que en exploraciones futuras se encuentre petróleo en los lotes marinos Z-61, Z-62 Y Z-63, frente a las costas de Lambayeque y La Libertad, ha desatado un justificado optimismo en algunos sectores. La alianza entre Chevron, Adarko Petroleum –empresa que pertenece a la matriz de Occidental Petroleum– y la firma Westland Perú, así como el contrato expedido por el Ejecutivo a través de un decreto supremo, incrementan significativamente las posibilidades. Algo más. La presencia de empresas occidentales en actividades de exploración revela la diversificación y pluralidad de nuestra economía y el compromiso de nuestro país con los valores del hemisferio occidental al que, incuestionablemente, pertenece el Perú.

Buenas noticias que deben confirmarse con los resultados de las exploraciones a materializarse. Si se confirmaran reservas de hidrocarburos, el Perú ratificaría su condición de bendecido por Dios, de ser un país privilegiado por la geografía y los recursos naturales.

Sin embargo, el Perú siempre fue bendecido por los recursos naturales, pero muy pocas veces llegó a construir prosperidad y desarrollo para sus ciudadanos. Únicamente durante el Reino del Perú –el virreinato– la explotación de la plata en las minas de Potosí redituó a favor de los peruanos, a favor de la abrumadora mayoría de república de indios. El 80% de la producción de plata permanecía como riqueza del virreinato y el 20% restante se entregaba a la corona por el quinto real. Una inclemente leyenda negra nos ha impedido conocer que, en los siglos virreinales, el ingreso per cápita del Perú superaba al de la propia España y al de Inglaterra, según diversos estudios económicos.

Con la prosperidad del guano y el salitre del siglo XIX el Perú en vez de construir prosperidad y bienestar para la sociedad, de una u otra manera, organizó un Estado fallido que destruyó la viabilidad del país. Los recursos naturales, al igual que hoy en Venezuela, se convirtieron en una maldición. En el siglo XX la minería en los diversos metales tampoco ha significado la posibilidad de avanzar al desarrollo. Desde la independencia, para Perú la bendición nacional en recursos naturales no ha significado mucho.

Al respecto vale señalar que Venezuela es el país con mayores reservas petroleras del planeta; sin embargo, el 90% de su población está bajo condiciones de pobreza y un tercio de los ciudadanos ha escapado del país frente al hambre y la represión política. El petróleo, el recurso natural, entonces, se ha convertido en una maldición. Algo parecido sucede con el Perú desde la independencia, obviamente, con grados de diferencias.

Por otro lado, existen países como Japón, Corea del Sur y Singapur que han alcanzado el desarrollo (ingresos per cápita por encima de US$ 30,000) y que, sin embargo, no tienen recursos naturales. ¿Cuál es la clave entonces para conseguir el incremento de la riqueza de las naciones? Es incuestionable que los países asiáticos arriba mencionados tienen instituciones, un sistema legal que se basa en el respeto de la propiedad privada y los contratos.

Nuestro país es una democracia o un proyecto de Estado de derecho que necesita consolidarse. Por lo tanto, las instituciones y las leyes que consagran el derecho irrenunciable a la propiedad y los contratos deben provenir del sistema republicano, deben conformar un Estado de derecho. En ese sentido, el gran problema del Perú ha sido la ausencia de instituciones, de un Estado de derecho que canalizara la riqueza al conjunto de la sociedad, al proyecto de nación.

La riqueza de las sociedades, pues, no proviene estrictamente de los recursos naturales, sino de la consolidación de sus instituciones. Es verdad que la dotación de los recursos naturales puede abreviar el camino al desarrollo siempre y cuando exista un Estado de derecho. 

Noruega, Australia y Canadá son ejemplos de países con recursos naturales que gracias a sus estados de derecho alcanzaron el desarrollo. Venezuela es el típico ejemplo de la maldición de los recursos naturales que destruyen una sociedad cuando no tienen instituciones.

  • 10 de septiembre del 2025

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