Manuel Gago
Corredor minero del norte a la vista
Puerto Eten avanza a paso ligero
En setiembre pasado anunciamos los primeros pasos del Terminal Portuario Multipropósito de Eten (Lambayeque), reflejados en la viabilidad técnica temporal otorgada por la Autoridad Portuaria Nacional a la empresa Port Nexus. La semana pasada se suscribió una alianza estratégica destinada a garantizar lo más pronto posible la realización del proyecto, una iniciativa nacional de capitales privados.
Como se sabe, el Gobierno Regional de Lambayeque ha destinado 3,000 hectáreas de terrenos, área útil para la zona económica especial, compuesta de plataforma multimodal, parque industrial, espacios destinados a los servicios portuarios y logístico, almacenes y vía de paso de trenes destinada al transporte de minerales provenientes de Cajamarca.
En un contexto de demanda mundial de minerales el puerto de Eten dinamizará el potencial minero del norte. Cajamarca, con una pobreza del 45% de la población, saldrá adelante gracias a su inmensa riqueza minera. Michiquillay, La Granja, Conga, Galeno, Cañariaco y otros yacimientos concentran el 33.9% de la cartera de proyectos mineros. Más de US$ 18,000 millones de inversiones estancadas.
El gobernador de Lambayeque, Jorge Pérez, hizo el anuncio: “El pasado 29 de noviembre, con la suscripción de un acuerdo con un importante socio y apoyo norteamericano se construirá el terminal portuario. De esta manera existirá un balance estratégico portuario en el Perú”. En efecto, la estadounidense Guidry Port Service y Port Nexus –a cargo del desarrollo del proyecto portuario– unirán esfuerzos para elaborar los expedientes técnicos finales y obtener en el plazo más breve la Habilitación Portuaria para inmediatamente después construir el terminal portuario y seleccionar al operador de servicios marítimos de primer nivel.
Guidry es una empresa de talla mundial, especialista en construcción de puertos de aguas profundas y de infraestructuras complejas y desafiantes. Por su experiencia global el financiamiento internacional y la reducción de riesgos están asegurados. Si los estudios de impacto ambiental, ingeniería, oceanográfico y otros corren al ritmo de un Perú en modo inversión y despegue se prevé comenzar la obra a fines del 2027 y tenerla lista en 2030.
Una inversión de US$ 527 millones servirá para el manejo, a plena capacidad, de 8 millones de toneladas anuales de carga de importación y exportación en un puerto de 15 metros de profundidad. Se espera que la próxima presidencia de la República trace claramente la línea entre el desarrollo y el estancamiento reduciendo trámites y burocracia.
Todo este despliegue de inversiones hará del norte un corredor minero y agroexportador. El hub logístico internacional atenderá la macrorregión norte, conectará a Lambayeque con otras regiones e integrará al corredor bioceánico Perú-Brasil; al mismo tiempo, será alimentador de los puertos de Callao y Chancay desconcentrando la oferta portuaria del país. El potencial del norte peruano será aprovechado, el puerto de Eten facilitará las exportaciones provenientes de los enormes yacimientos de minerales y de una agroindustria nacional capaz de competir fácilmente a nivel global.
Los mercados mundiales obligan a dinámicas cada vez más veloces y eficaces. Un pestañeo pone fuera de carrera a las sociedades estancadas en ideologías fracasadas. El reto está trazado. El puerto de Eten –alineado a las mejores prácticas, impacto y estándares internacionales– marcará la ruta a seguir. Estamos, entonces, frente a retos por vencer: superar las trabas estatales, levantar la productividad, desacostumbrar al país de las medianías y recobrar la confianza en las instituciones republicanas tal como lo hace Port Nexus apostando por el desarrollo nacional.
















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