Ventajas que se deben aprovechar

El Perú es uno de los países con mayores ventajas comparativas en el mundo. No obstante, a la fecha, ha carecido de líderes políticos capaces de otear el horizonte y poner en valor cada una de ellas para cerrar las brechas sociales y brindar oportunidades de empleo y crecimiento sostenido que podrían convertir al país en una de las 10 principales economías del orbe.

Las fuentes de agua son tan vastas que han convertido al Perú en el octavo país con mayor disponibilidad de este elemento. Sin embargo, hay regiones donde el agua es escasa, mientras que en algunas zonas es desaprovechada y solo va al mar; mientras que en otras se producen sequías, cada ciclo estacional ocurre el mismo fenómeno.

En los países desarrollados se minimizan los riesgos de la naturaleza trabajando en la descolmatación y encauzamiento de los ríos para evitar sus desbordes o que los huaycos discurran sin afectar a las poblaciones del entorno a los cauces. Si hubiese una política sobre la administración de los cursos de agua, con suficientes recursos económicos para su implementación, el agua no debería ser un motivo de disputas intonsas.

Por otro lado, el país cuenta con ingentes recursos minerales en virtud de que la cordillera de los Andes atraviesa el territorio nacional de norte a sur. En cada uno de los resquicios de las montañas es posible hallar un yacimiento potencialmente explotable; pero nos enfrascamos en debates eternos, en los que unos se oponen al uso del agua argumentando que el empleo del recurso hídrico implicará necesariamente un desmedro para sus actividades, algo totalmente erróneo.

La única manera de proporcionar agua a todos los hogares del país, así como proporcionar agua suficiente en época de estiaje para potenciar a todas las actividades económicas, es construir infraestructura hídrica. Sin ella, la agricultura verá limitada su potencial ampliación. Pero se puede incorporar tecnología para reemplazar el riego por gravedad y proporcionar, según el tipo de cultivos, la cantidad de agua suficiente que facilite un adecuado desarrollo de las plántulas.

Otra de las ventajas es su potencial energético, sea por el empleo de fuentes renovables como las centrales hidroeléctricas, la geotermia –que aún no es puesta en valor–, la energía solar que está captando altos niveles de radiación en las regiones del sur o las eólicas, principalmente instaladas en las localidades con presencia de fuertes vientos (Ica, La Libertad y Piura).

La pregunta es ¿por dónde iniciamos el proceso de cambio para mejorar? definitivamente por la actividad minera, porque impulsa otros sectores y genera recursos suficientes como para satisfacer las expectativas de la población, lo que proporcionará otra ventaja, la cohesión social que carece el Perú en la actualidad.

Si la minería se expande, la demanda industrial local también lo hace, generando más empleo. En adición, el Estado dispondrá de mayores recursos para destinar a la seguridad ciudadana, a la construcción de infraestructura hídrica, potenciando la agricultura local como la destinada al mercado internacional. Además se fortalecerá e incrementará la infraestructura de caminos, puertos y aeropuertos, porque mayor producción requerirá rutas seguras, estables y duraderas, que aminoran los costos logísticos, incrementando la competitividad del país.

Con mejores aeropuertos, puertos, carreteras o mejor aún autopistas y sistemas adecuados de conectividad, el Perú atraerá un mayor número de turistas interesados en la oferta cultural, de entretenimiento y aventura. Todos crecerán exponencialmente, como la necesidad de hablar un idioma universal como el inglés, lo que nos llevará necesariamente a la mejora de la calidad educativa.

¿Qué nos falta? Elegir bien a nuestros líderes, el próximo año se presenta otra oportunidad. La ciudadanía debe ser consciente que los países compiten entre sí, que el mundo se mueve en función a intereses más allá de los pareceres políticos de cada cual. Ser competitivos es lo que debemos tener presente al momento de votar.