Editorial Economía

Majes Siguas II redefinirá la agricultura en el sur peruano

Megaproyecto hídrico es una gran oportunidad para la economía regional

Majes Siguas II redefinirá la agricultura en el sur peruano
  • 11 de noviembre del 2025


El Proyecto Majes Siguas II se ha consolidado como una de las apuestas estratégicas más ambiciosas  para impulsar la agricultura moderna y sostenible en el sur del Perú. Su ejecución, bajo la modalidad de cooperación entre los gobiernos de Perú y Japón, marca el inicio de una etapa que busca corregir los errores del pasado y proyectar a Arequipa como un referente en agroexportación y desarrollo regional.

La iniciativa tiene como objetivo modernizar y ampliar el sistema hidráulico que transfiere agua desde la cuenca del río Colca hacia la del Siguas, asegurando una capacidad de conducción de hasta 34 metros cúbicos por segundo. La intervención incluye la automatización y rehabilitación de la represa de Condoroma, la bocatoma de Tuti, túneles y canales que cruzan la cordillera, así como la derivación hacia Majes–El Pedregal. Con tecnología japonesa, se busca optimizar la eficiencia y sostenibilidad del riego en zonas áridas.

Majes Siguas II contempla una inversión superior a los S/ 7,700 millones y permitirá incorporar 40,000 nuevas hectáreas de cultivo en Arequipa, que se sumarán a las 16,000 ya irrigadas por la primera etapa. Se estima que esta expansión podría generar más de 120,000 empleos directos e indirectos y convertir al sur peruano en un centro agroexportador competitivo, especializado en productos de alto valor como uvas, arándanos y paltas.

No obstante, el reto principal radica en evitar la fragmentación de tierras que caracterizó a Majes Siguas I. La primera fase, ejecutada en los años ochenta, terminó dispersando la propiedad en minifundios de subsistencia, lo que redujo la productividad y limitó la competitividad del proyecto. Para no repetir ese error, la adjudicación de tierras en la segunda etapa deberá priorizar unidades agrícolas con escala suficiente, mecanización, riego tecnificado y capacidad de inversión.

El proyecto también enfrenta el desafío de integrar a los pequeños agricultores en el nuevo modelo productivo. Su exclusión no es viable, pero su incorporación exige estructuras asociativas que faciliten el acceso a crédito, tecnología y mercados. En este sentido, las asociaciones público-privadas serán determinantes. Deberán asumir no solo la construcción del sistema, sino su mantenimiento y operación, aplicando criterios de eficiencia y sostenibilidad que garanticen un uso responsable del agua.

Uno de los problemas recurrentes en proyectos similares ha sido el mantenimiento deficiente. En la primera etapa, la gestión estatal del sistema hidráulico resultó costosa y poco eficiente. En Majes Siguas II se busca que la participación privada asegure la continuidad operativa, el control técnico y la sostenibilidad financiera del servicio, evitando el deterioro de la infraestructura con el paso del tiempo.

El éxito de esta segunda fase no dependerá únicamente del sistema de riego. Será indispensable contar con infraestructura complementaria: carreteras de acceso, centros de acopio, redes de frío y plantas de procesamiento que permitan colocar la producción en mercados nacionales e internacionales. Sin esta red logística, la competitividad del proyecto quedaría severamente limitada, reduciendo su capacidad de generar valor agregado y empleo formal.

El entorno legal y económico también será decisivo. La derogación de la Ley de Promoción Agraria en 2020 afectó la estabilidad de las inversiones en el sector, lo que frenó la expansión de la agroindustria. En la actualidad, el reciente restablecimiento de un marco que ofrece seguridad jurídica, beneficios tributarios y flexibilidad laboral es esencial para atraer capitales y consolidar la confianza empresarial en el desarrollo del proyecto.

La experiencia de la agricultura moderna peruana demuestra que los resultados son tangibles cuando existe una gestión eficiente del agua, innovación tecnológica y estabilidad normativa. Apenas el cinco por ciento de las tierras agrícolas del país generan exportaciones, pero ese pequeño porcentaje posiciona al Perú entre los diez principales exportadores mundiales de productos frescos. Ampliar esa frontera agrícola mediante proyectos hídricos como Majes Siguas II podría cuadruplicar el valor de las exportaciones y transformar regiones enteras.

Majes Siguas II representa, en última instancia, una oportunidad histórica para Arequipa y para el país. Si logra integrar productividad, sostenibilidad e inclusión social, el proyecto podría cambiar la matriz económica del sur y convertir el desierto en una fuente de prosperidad. No se trata solo de conducir agua hacia nuevas tierras, sino de garantizar que esa agua impulse un modelo agrícola moderno, competitivo y equitativo.

  • 11 de noviembre del 2025

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