Manuel Bernales Alvarado
Tiempos y circunstancias: la lucha continúa
Contra la corrupción y la impunidad

Perú de “desconcertadas gentes”. Unos viven abrevando en la prensa de un escenario formal dominante: audios (¿ahora 23,000?) Fiscalía, Suprema y Superiores, congresistas, abogados, empresarios chicha y champaña, purpurados polarizados, elecciones regionales y municipales prácticamente sin partidos y disgregación de la opinión pública. Reino del rumor y contra rumor que nutre disenso, desconfianza y congeladas mentes.
La mayoría congresal se protege y parece lejos del mundanal ruido, en una cúpula de cristal. Otros viven, mandan, amasan riqueza y poder, sufren o mueren en informalidad e ilegalidad plurales: invasión y usurpación de terrenos, tala ilegal, minería ilegal, comercio chicha. Siguen empoderadas redes delictivas organizadas, varias arriba, otras abajo, no pocas entre ambas. No hablo de delincuentes comunes que mañana, tarde y noche ocupan la TV. Se practica o acepta la corrupción e impunidad. Odebrecht catalizó el destape, protesta y acomodos. Acciones y reacciones muestran lo nauseabundo de nuestra sociedad y Estado, y de sus instituciones. Solo el escándalo de pedofilia eclesiástica, a lo Chile, se mantuvo discreto. La “K” de coima y corrupción viene ahora de Argentina, centrada en los años Kirchner, pero incluyendo un empresario cercano al actual presidente. ¿Repetiríase “que se vayan todos” en medio de una crisis fiscal y contrato-mandato de US$ 50,000 millones con el FMI?
Nuestro Ejecutivo ha hecho planteamientos que buscan una iniciativa estratégica para arribar al 2012 con buenos resultados. Que no se quede en lo táctico-inmediato dependerá no solo del Gobierno y de sus aliados del período constitucional. ¿Cuántos, quiénes, cuán fuertes, además de apelar a la movilización ciudadana con prensa a favor?
Hay tiempos y escenarios que solo se quiebran en una revolución, con o sin balas. Lo que debe pasar por el Legislativo no encontrará una absoluta mayoría que apoye o que rechace, pues los fraccionamientos han aumentado las negociaciones entre quienes están contra su algo menguada mayoría. Esta, por sus antis y acciones propias, goza de rechazo en varios segmentos de población. El antifujimorismo crece.
Un referéndum no sale por un tubo, cual torpedo seguro de éxito. Algo evidente, pero ignorado por convencidos y conversos, es que el cambio de miembros y estructura del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), tampoco es un hecho vía courier. Habrá fuerte discusión entre partidarios del protagonismo de la sociedad civil —máxime si esta sociedad es entendida como sinónimo de ONG, y quienes prefieren el profesionalismo gremial y experiencia entre neoelectores y candidatos. “Insegura está la cabeza” en la Fiscalía, a quien se fiscaliza, acusa, investiga y pide su limeñísimo “paso al costado”.
Los audios fueron como ingenios militares bien combinados y temporalizados. Me recordaron los aportes de Jean Marie Domenach y Vitaliano Rovigatti. Estarían llegando a su saturación: el anuncio de un total de 23,000 —hecho por un connotado vocero, digamos, contrario a los actuales— no está teniendo el impacto que seguramente se esperaba. ¿Importa quién los ordenó, autorizó, distribuyó y empleó? Si son buenos contra el mal y contra aquellos que se considera que lo encarnan, están bien y son deseables. No se analiza ni evalúa sus consecuencias legales ni morales en la vida cívica, que quedaría sujeta a destapes, encuestomanía, descendiente de la cuantofrenia señalada por Sorokin (post Primera Guerra Mundial), y opinopatía exenta de valores y objetividad. Veremos.
La prensa de coyuntura, consumo y precios dice que estamos recuperándonos de vaivenes, olas y resacas. ¡De gobiernos con un mismo equipo y doctrina económica financiera, y con muchos elementos en común con el discurso de la mayoría congresal; y de PPK y su sucesión constitucional, que tiene dos o tres notas distintivas! Contrarios a la inversión minera de excelencia están adueñándose o reapareciendo en la cancha, buscando hundir Quellaveco. El Estado con centenares de funcionarios y contratados sigue ausente. Más de lo mismo, aunque el Ejecutivo parcialmente renovó discursos y anuncios.
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