Carlos Rivera

Los tiempos de Samuel

Homenaje al jurista arequipeño Samuel Lozada Tamayo (1927-2020)

Los tiempos de Samuel
Carlos Rivera
11 de abril del 2025


1.-Intermezzo
 

Va caminando el Dr. Samuel Lozada Tamayo por las calles de Arequipa, que conoce de punta a punta. Va observando, como Juan Guillermo Carpio Muñoz, una ventana, un solar, una nueva edificación y saluda a los ciudadanos con cortesía inglesa. Lo sigo con la mirada en medio de sombras y voces de las gentes. Está con su impecable terno, quiero decirle algo sobre un libro de periodismo. Se da cuenta de mi presencia y me dice que le cuente del porqué de mi pesquisa. Subimos a su despacho de la calle Jerusalén, me dispongo a sentarme y me ofrece la comodidad de su oficina. Entonces, mis manos se mueven emocionadas y voy cavilando mi perorata ante el Dr. Samuel. Se sienta con cuidado, me pone atención y veo entre la ventana del despacho una bruma que atraviesa toda la escena y siento que eso que llamamos realidad se va diluyendo como en una ficción de Jorge Luis Borges. Mis manos desaparecen y con ellos la imagen del preclaro hombre. Despierto triste en mi cama porque sé qué hace unos años partió a la eternidad celestial dejando en los corazones arequipeños una inconmensurable tristeza por su muerte y preclaro magisterio.

 

2.-Los senderos que se bifurcan

En esta calurosa mañana de hoy miércoles 2 de abril nos reunimos sus amigos que lo quisimos y los representantes de las instituciones que él ayudó a forjar con sus capacidades de gestor y hombre de cultura. Su gravitante espíritu e indomable corazón por la tierra lo ha llevado por diferentes caminos y horizontes que en algunas personas como nosotros nos es casi imposible asumir hoy en día por las peripecias que la tecnología ha puesto en nuestras vidas o porque somos fruto de los tiempos sin anarquías o miradas de largo aliento para el futuro. Ya no tenemos tiempo para reflexionar, estudiar el ejemplo y dedicar nuestras cortesías a los seres que entregaron su vida a forjar hombres y mujeres. Ante esta negativa realidad nos rebelamos hoy y le plantamos cara a creer que nuestro país no tiene futuro o que ya fuimos como colectivo. Porque hombres como Basadre quien no solo estudió nuestra historia y sus diversas etapas republicanas sino que quiso crear un espíritu nacional, la voz de una verdadera élite capaz de comandar las batallas contra nuestras miserias. Y eso es precisamente lo que fue el Dr. Samuel, un constructor de almas y voluntades.

El Dr. Vladimiro Bermejo dijo del gran tribuno Francisco Mostajo que fue “un hombre de múltiples actividades intelectuales” y esa era una de las grandes características de una generación ilustre que nos acompañaron en los últimos años como Eusebio Quiroz Paz Soldán, Carlos Ramos Núñez, Juan Guillermo Carpio, Héctor Ballón Lozada, Eduardo Ugarte y Chocano entre otros. Ellos fueron personalidades rozando las humanidades, la filosofía, el arte, la cultura y el derecho y eso precisamente los hacía espíritus abiertos, de mentes claras y con una cultura enciclopédica. Y como hijos de esta tierra fueron volcánicos y rebeldes. 

El estilo define la virtud del hombre, traza su voluntad con una perspectiva estética que se alimenta de su espíritu y sus deseos que son su “motor de combustión interna” parafraseando un libro del poeta Oswaldo Chanove. Es por ello que cuando anunciamos este homenaje los comentarios que aparecían en redes sociales eran: “decente”, “maestro”, “virtuoso”, “ejemplar”, “profesional a carta cabal”. ¿Cómo un ser humano puede despertar inmediatamente tanta admiración? Si uno ve cada cosa que hizo, cada emprendimiento, sus artículos periodísticos, su labor como docente, sus vínculos con el arte, la cultura, su pasión por el derecho y la dedicada vida de hombre de leyes que desarrolló desde su despacho, entonces nos daríamos cuenta que fue un hombre extraordinario. 

El filósofo norteamericano Emerson dijo lo siguiente: “dentro de los límites de la educación y la capacidad de acción humanas, podemos decir que existen grandes hombres para que haya hombres aún más grandes”. En la vida del Dr. Samuel, hallamos ese dictamen sobre los destinos de sus discípulos y admiradores. Todos con un granito de arena fuimos y seremos sus seguidores, trataremos desde nuestras fuerzas y pequeñas voluntades imitar su gigante humanidad y grandiosa capacidad creadora.

 

*Discurso leído el 2 de abril de 2025. Homenaje al Dr. Samuel Lozada Tamayo (1927-2020) en el Teatro Arequepay de la Municipalidad Provincial de Arequipa.

Carlos Rivera
11 de abril del 2025

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