Guillermo Vidalón

¿Por qué desarrollar un proyecto minero?

En búsqueda del desarrollo y el bienestar en el menor plazo posible

¿Por qué desarrollar un proyecto minero?
Guillermo Vidalón
16 de julio del 2019

 

Un proyecto minero representa una oportunidad económica de largo plazo, si entendemos por largo plazo un período superior a diez años. ¿Qué se puede hacer con los recursos que genera de manera sostenida? Por ejemplo, planificar cómo potenciar las actividades económicas preexistentes al desarrollo minero. De esta forma, la población del área de influencia empleará como palanca de desarrollo la minería y le dará sostenibilidad en el mediano y largo plazo.

Afortunadamente, los proyectos mineros tienen un horizonte mucho más vasto que el lapso de diez años. ¿Por qué? Porque en función al volumen de reservas descubiertas se diseñará una arquitectura empresarial que haga posible la puesta en valor de un depósito de mineral. Y para que la institucionalidad empresarial funcione de manera óptima, requiere que su contraparte en el estado también lo haga; por lo tanto, contar con una institucionalidad empresarial sólida también impacta favorablemente en las instituciones públicas con las que interactúa, así como con la población relacionada.

La dinámica suele ser la siguiente, la empresa minera genera riqueza e incrementa sustancialmente los montos que disponen los gobiernos locales, regional, las universidades públicas y el gobierno nacional. El descontento suele surgir cuando los beneficios producidos por la actividad no se convierten en propuestas de desarrollo sostenibles para la población del entorno.

Por ejemplo, ¿qué sería sostenible en el valle de Tambo? Contar con infraestructura hídrica que le permita poder establecer un ciclo productivo que atienda la demanda de consumo de un mercado más amplio que el local. Sin agua regulado no es posible garantizar la entrega de productos agrícolas en el período que otros productores no han ingresado al mercado.

Por este motivo, la opción de establecer un programa de desarrollo con la participación del estado es un camino viable y próximo si se tiene como “espaldas” el horizonte de ingresos que generará el proyecto minero Tía María. El escenario contrario es del anhelo jamás concretado, es la promesa de que el Estado contará mágicamente con recursos económicos para construir una represa, o una planta de potabilización de agua, o una planta de tratamiento de aguas residuales para evitar su vertimiento en el río cuyas aguas dicen preservar. Decir que se defiende el ambiente y al mismo tiempo se permite descargas sin ser tratadas y, al mismo tiempo, pretender impedir el desarrollo de un proyecto de gran magnitud como Tía María, es ciertamente una hipocresía.

La política tiene de arte, pero también de ciencia. La política tiene que tener racionalidad, porque de lo contrario, es mera ambición que pone en riesgo la salud de muchos pobladores de la provincia de Islay. Se habrán preguntado algunos opositores al desarrollo minero, ¿por qué Islay registra los mayores índices de desnutrición crónica infantil? En tanto que Ilo, provincia que goza de los beneficios de la actividad minera, vecina en Moquegua, tiene los menores índices de desnutrición crónica infantil.

Impulsar con firmeza el desarrollo minero del Perú es la alternativa para alcanzar el desarrollo y el bienestar en el menor plazo posible.

 

Guillermo Vidalón
16 de julio del 2019

NOTICIAS RELACIONADAS >

Cobre: oportunidad perdida

Columnas

Cobre: oportunidad perdida

Durante la semana, según información de un medio local, ...

29 de marzo
¿Cómo lograr la aceptación social?

Columnas

¿Cómo lograr la aceptación social?

Durante los últimos siete días se llevaron a cabo divers...

26 de enero
¿Ricos versus pobres?

Columnas

¿Ricos versus pobres?

Por desconocimiento hay quienes argumentan que existe un sistema de pr...

18 de enero

COMENTARIOS