Iván Arenas
La Iglesia católica se enfrenta a Pedro Castillo
Párroco de Lurín hizo muy duras críticas al presidente

En un video que circula en las redes sociales el conocido sacerdote Omar Sánchez exige, con gruesos calificativos, la renuncia del presidente Pedro Castillo. Ese video, de alguna u otra manera, podría oficializar la nueva posición de la Iglesia católica con respecto a la administración Castillo. No obstante que no es nada nuevo que la Iglesia católica participe en la política peruana, sí es la primera vez que tiene una posición clara y de oposición contra un gobierno, sobre todo en los últimos años.
Ahora bien, desde que Barreto asumiera como cardenal, en lugar de Juan Luis Cipriani, se puede decir que la iglesia se ha ido hacia posiciones más de "izquierda", rememorando en algo la vieja posición de la teología de la liberación. Este detalle es importante y suficiente cuando se trate de entender la nueva posición de la iglesia con respecto a un gobierno de izquierda y que se dice del pueblo.
Las duras palabras de Omar Sánchez, párroco de Lurín, contra Pedro Castillo deben haber sido coordinadas con los superiores. La iglesia tiene una organización vertical, similar a la de las organizaciones castrenses. Para entender el giro de la iglesia contra la administración Castillo no podemos dejar de lado todo lo sucedido con respecto a la visita del cardenal Barreto a Pedro Castillo y el calificativo, a reglón seguido, del PCM Anibal Torres al cardenal. Utilizar a Barreto, engañarlo con posibles cambios de rumbo y llamarlo luego "miserable" fue la gota que colmó el vaso.
Si toda esta aproximación es cierta –es decir, si toda la idea de que las cabezas de la Iglesia católica han avanzado a las líneas de la oposición a la administración de Perú Libre–, entonces el Gobierno no la tendrá fácil. Es altamente probable que cada sacerdote en cada misa de cada rincón del país desarrolle argumentos en contra de Castillo y el marxismo de Perú Libre.
Pero no sólo la utilización política de Barreto y el desprecio del PCM Torres han abonado para el giro contra el "gobierno del pueblo". La Iglesia católica, no obstante las interpretaciones de un sector alineado a la teología de la liberación, siempre ha combatido el marxismo más ortodoxo por su jacobinismo racionalista. Y más ahora en su versión cerronista, que aunque simplista resulta muy peligrosa para la tolerancia religiosa.
Esta nueva posición de la Iglesia católica, un poder fáctico al fin y al cabo, es un capítulo nuevo y abre las posibilidades de ampliar el abanico de la oposición social y política a una administración inspirada en Marx, Lenin y Mao. Ya veremos.
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