Raúl Mendoza Cánepa

La derecha liberal debe prepararse

Formar cuadros, articular ideas y hacerse de una intelectualidad

La derecha liberal debe prepararse
Raúl Mendoza Cánepa
05 de diciembre del 2021


Si algo une a Vladimir Cerrón y a la derecha es su rechazo al caviarismo. Según el líder de Perú Libre, por razonamiento contrario, la derecha nunca gobernó. A confesión de parte, relevo de pruebas. Tuitea Cerrón: "Estas tres décadas los caviares han creado un imperio, les ha gustado el poder, pero todo tiene su apogeo para dar paso a su decadencia".

Aunque le falló la aritmética por diez años (son veinte años), el imperio caviar se inicia con Paniagua, se profundiza con Toledo y arremete con Humala.  Salvo la isla del MEF (con sus razonables líneas matrices noventeras), el imperio que Cerrón odia tomó el Estado, dominó la academia y las ciencias sociales, fabricó sus gurús desde las ciencias sociales, cambió la narrativa de los años del terror, romantizó a Velasco, creó al enemigo único, construyó colectivos, hizo de la protesta un incendio, subordinó la soberanía estatal al globalismo y la justicia supranacional, hizo de la OEA un avalador y no un vigía (¿Carta Democrática?). La lista es inacabable: tuvo influjo en los medios, voz en las oenegés, reserva moral en el correctismo de las redes, manos en las instituciones, pretexto antiminero en el ambientalismo e hizo de la mayoría abrumadora de sus seguidores automáticos una fábrica totalitaria del pensamiento. 

Que el imperio caviar, en términos de Cerrón, no sea lo santo que se pretende no supone que el comunismo duro sea una alternativa. El imperio rojo (tan radical que llama "caviar" a Mendoza y a Francke) superpone la lucha de clases a la noción de patria, familia, individuo, libertad y tradición. Rechaza al "colonialismo" gringo, pero se entrega a Cuba, Venezuela y Bolivia. Hace de las relaciones internacionales una red de control social. 

Si la derecha liberal es lo que queda por default en la afirmación de Cerrón (“imperio caviar de dos décadas”), el reto de un frente democrático libertario (o de derecha liberal) es formar cuadros, articular ideas y hacerse de una intelectualidad que se haga de la dialéctica con lo más sesudo de la izquierda hacia una victoria ideológica. Cerrón frasea y nos lo pone en bandeja: el mal es el progresismo globalista dominante y vigente. Si este mandó, es la derecha liberal la llamada a prepararse para gobernar.

Ps. Tema aparte. Que varios partidos acepten reunirse con el presidente Pedro Castillo los hace tontos útiles de una lavada de cara en un momento clave para determinar las consecuencias políticas de los actos del presidente. La reunión refiere algunos temas en la agenda y, además, convoca a dos bandos irreconciliables: Perú Libre y algunos presuntos partidos democráticos “progresistas”. Ocurre cuando la gobernabilidad se convierte en pretexto y algunos necesitan salir en la foto. A la fecha no se sabe si irá la izquierda radical; pero, ¿qué harían en una misma mesa AP, APP o el Partido Morado buscando agendas en común con el castrismo? ¿Así será cuando nos quieran cambiar de Constitución?

Raúl Mendoza Cánepa
05 de diciembre del 2021

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