Jose Antonio Torres

Gustavo Petro no deslinda con la violencia

Utiliza los mecanismos del poder para polarizar y enfrentar a los colombianos

Gustavo Petro no deslinda con la violencia
Jose Antonio Torres
16 de junio del 2025


A los largo del siglo XX América Latina fue escenario de debates ideológicos que se apoyaron en visiones políticas muchas veces sesgadas de la realidad, bajo la premisa de que era posible impulsar procesos revolucionarios que replicaran la revolución bolchevique rusa o la revolución liderada por Mao Tse Tung. Desde la publicación del
Manifiesto Comunista, en 1848, el pensamiento marxista se convirtió en un instrumento de propaganda y agitación política. La revolución rusa en 1917, no sólo puso fin al zarismo, sino que durante los años del estalinismo trató de irradiar su influencia en América Latina. Desde la Tercera Internacional se promovió la organización de partidos comunistas adscritos al Kremlin.

Fidel Castro se hizo del poder en 1959, levantando banderas democráticas contra la dictadura de Fulgencio Batista; sin embargo un tiempo después se convirtió en un aliado incondicional de la URSS. La crisis de los misiles en 1962 puso de manifiesto cómo un supuesto líder antimperialista no dudó en ceder territorio y soberanía a favor de una potencia extranjera. El mundo estuvo en vilo durante días, y pudo haberse desencadenado una tercera conflagración mundial. El desenlace político que puso fin a la crisis prescindió de Fidel Castro, siendo evidente su falta de protagonismo en las negociaciones finales entre las dos superpotencias. La revolución cubana, subsidiada por la URSS, pretendió acreditar los supuestos logros de una revolución carente de iniciativas para darle sostenibilidad a una economía sometida a la falta de inversión e innovación tecnológica. 

La revolución cubana como producto de exportación "emblemático" ha realizado, a lo largo de varias décadas, la formación de los militantes de las guerrillas latinoamericanas Y tiempo después, ante el fracaso de la vía armada, propuso los grandes lineamientos del llamado "socialismo del siglo XXI".

Cómo explicar que la tiranía cubana se mantenga en el poder a pesar de su incapacidad para generar bienestar en su población. Ante la pregunta, se pueden enunciar una serie de razones, que van más allá del control político o la eficiencia de los servicios de inteligencia cubanos. Se puede resaltar el adoctrinamiento sistemático de los niños y jóvenes en las escuelas o en su defecto señalar que el embargo norteamericano indolente e inflexible, ha generado como reacción la unidad nacional y la solidaridad internacional. Lo cierto es que Cuba no está impedida de establecer relaciones comerciales con el resto del mundo. El gobierno cubano se victimiza, desarrollando una intensa propaganda política en el exterior, valiéndose de sus Embajadas y sus servicios de inteligencia. 

Los movimientos guerrilleros en los años sesenta pretendieron la toma del poder con el apoyo de los campesinos, obreros y estudiantes. En Colombia surgieron la FARC, el Ejército de Liberación Nacional y el Movimiento M-19. El actual presidente de Colombia Gustavo Petro militó en el M-19, organización terrorista que en su momento perpetró secuestros exigiendo cupos e incluso tomó por asalto la sede del Palacio de Justicia en Bogotá. El asesinato de once magistrados de la Corte Suprema en 1985 conmocionó al país y a la comunidad internacional. Si la violencia política no tenía límites; por su parte los cárteles de la droga desafiaban el estado de Derecho, teniendo en Pablo Escobar a un capo con aspiraciones políticas. El asesinato de candidatos presidenciales, de ministros de Estado, autoridades, periodistas, militares y policias retrataron la magnitud del accionar del narcotráfico.

Colombia con más de 50 millones de habitantes, a pesar de la firma de los Acuerdos de Paz en el 2016, aún no ha podido superar la violencia. La FARC logró negociar excelentes condiciones para sus líderes, para los "arrepentidos" y para las milicias que depusieron las armas. Sin embargo, un sector de la FARC tomó el camino de la disidencia. El presidente Juan Manuel Santos adoptó políticas contrarias a la estrategía desarrollada por el presidente Uribe a inicios del siglo. El Ejército de Liberación Nacional se negó a participar en las negociaciones. 

Hoy el presidente Petro pretende hablar de la "paz total"; sin embargo, los hechos demuestran que el presidente en ejercicio no tiene vocación por la paz, siendo tan solo una frase declarativa. Gustavo Petro no ha deslindado ni con el narcotráfico, ni con la disidencia de la FARC, ni con el ELN. Por el contrario el presidente Petro, lejos de ser un estadista en busca de la reconciliación nacional, utiliza los mecanismos del poder para polarizar y enfrentar a los colombianos. 

El atentado contra el Senador Uribe Turbay, ha revelado el perfil político y psicológico del presidente Petro. No ha condenado el atentado, por el contrario resaltó la condición de menor de edad del agresor. El acto criminal responde a un plan, no estamos ante un hecho aislado, ni ante la iniciativa de un opositor político que instruye a un menor de edad para perpetrar un crimen.

Gustavo Petro pretende perpetuarse en el poder, nunca ha deslindado con la violencia como arma política. No es un arrepentido, ni un converso con visión de estadista, que depone ambiciones personales, en aras del interés superior. El presidente Petro no se rectifica, siendo capaz de crear crisis políticas, para allanar el camino a la llamada "consulta popular". Sin mayoría en el Congreso, pretende presionar con gestos, con frases agresivas y torcer la voluntad de los líderes de oposición. 

Hoy el Senador Uribe Turbay de tan sólo 39 años, precandidato a la presidencia, aún permanece en la Unidad de Cuidatos Intensivos, luego del intento de asesinato. En Colombia (1948) fue asesinado el líder liberal Eliecer Gaitán, desatando la protesta ciudadana y la eclosión social en la capital. El "bogotazo" fue la frase con la que se recuerda un momento dramático en la vida nacional. Los posteriores acuerdos políticos entre Liberales y Conservadores abrieron un camino de cierta paz y estabilidad. Años después bajo el influjo de la revolución cubana, se organiza la FARC, que termina aliándose con el narcotráfico. Los violentistas no son idealistas ni luchadores sociales; por el contrario, utilizan la violencia como arma política para hacerse del poder. Sus actividades ilícitas se financian con los ingresos generados por las economías ilegales. 

Lo ocurrido en Colombia es una señal y una alerta política para el Perú. La minería ilegal está presuntamente financiando a muchos de los nuevos partidos políticos inscritos en el ROP del Jurado Nacional de Elecciones. La minería ilegal actúa bajo la sombra e incluso en el actual Congreso tiene un aliado en la Mesa Directiva. Eduardo Salhuana no puede negar sus vínculos con la minería ilegal. APP y otros partidos en el actual Congreso tienen nexos con las economías ilegales. Es necesario fortalecer el trabajo de los servicios de inteligencia y neutralizar el accionar de los violentistas.

Por ello es necesario debatir políticamente y confrontar con los sectores que quieren hacerse del poder para imponer dictaduras. Defendamos la libertad frente a la amenaza totalitaria.

Jose Antonio Torres
16 de junio del 2025

NOTICIAS RELACIONADAS >

José Mujica no llegó a ser un converso

Columnas

José Mujica no llegó a ser un converso

La figura del ex presidente uruguayo, fallecido a los 89 años, ...

16 de mayo
Pedro Castillo: el golpista se victimiza

Columnas

Pedro Castillo: el golpista se victimiza

Pedro Castillo no es un preso político, aunque intente posicion...

14 de marzo
Una mirada al 5 de febrero: 50 años después

Columnas

Una mirada al 5 de febrero: 50 años después

El 5 de febrero de 1975 representó un punto de inflexión...

14 de febrero

COMENTARIOS