¡Vigilia democrática para elegir a los 6 miembros del TC!

Hoy el Perú enfrenta uno de los momentos más dramáticos de su historia republicana, ante la posibilidad de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) insista en no contrastar las actas cuestionadas con los padrones electorales y proclame a un jefe de Estado sin legitimidad. A eso habría que sumar que un eventual gobierno de Perú Libre sería uno del comunismo más ortodoxo, más allá de la soberbia caviar de considerar que pueden “reeducar democráticamente” al profesor de Chota.

Sin embargo, ¿cómo hemos llegado a este terrible momento de nuestra historia? Existen muchas interpretaciones y diversas responsabilidades, pero es evidente que una estrategia de control de instituciones tutelares comenzó a desarrollarse desde el referendo promovido por el expresidente Vizcarra y el cierre inconstitucional del Congreso. Algunos incluso señalan que todo comenzó con la clausura del Legislativo, hasta llegar a tener uno de los JNE más cuestionados de nuestra historia.

El cierre del Congreso pasado se hizo por una razón: para detener la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, seis de los cuales hoy tienen periodos vencidos por 25 meses. En otras palabras, de un total de siete magistrados, seis están con dos años y medio fuera de los plazos. 

Lo más grave de todo es que la mayoría de magistrados del actual TC “constitucionalizó” el cierre del Congreso aceptando la tesis de “la negación fáctica” de confianza, una figura inexistente en nuestra Carta Política, porque para negar la confianza a dos gabinetes y posibilitar la figura de la disolución del Legislativo, la Constitución demanda la negativa de confianza que solo puede ser pública y expresa. 

Sin embargo, la mayoría del actual TC “constitucionalizó la negación fáctica” y evitó que se eligiera a los nuevos miembros de la corte constitucional. El resultado es que la mayoría de ellos ejerce el cargo después de dos años y medio de haber vencido su plazo. Pero lo más grave y dramático es que el Tribunal Constitucional convalidó un proceso de erosión de las instituciones republicanas y ejerció el papel de institución dirimente de los conflictos institucionales y políticos.

Por todas estas consideraciones, el Congreso de la República está urgido y obligado a elegir este miércoles y jueves a los seis integrantes de la corte constitucional y abrir una nueva etapa de desarrollo constitucional. Argumentar acerca de que el actual Legislativo no tiene legitimidad es considerar que una mayoría de magistrados cercanos a la izquierda puede permanecer a perpetuidad en una corte constitucional. Aceptar semejante razonamiento es aceptar que una dictadura ideológica de algunos jueces puede gobernar el Perú.

Por todas estas consideraciones, es hora de mantener una vigilia democrática exigiendo que el Congreso proceda a elegir a los seis miembros de la corte constitucional. Nadie podrá defender el voto, la transparencia electoral ni el equilibrio de poderes, ni podrá preservar la constitucionalidad, si no se procede a elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional de acuerdo a la antigüedad con que fueron designados en el Legislativo.

El más de medio millón de personas que se reunió en la avenida de La Peruanidad, así como defiende el voto, tiene la obligación de defender el equilibrio de poderes y la elección de los magistrados del TC.