Verónika Mendoza, la minería moderna y la desinformación

A propósito del fatal accidente de un bus que llevaba personal a la operación Las Bambas, y en el que lamentablemente murieron 17 personas, la excandidata comunista Verónika Mendoza quiso aprovechar “políticamente” la tragedia y llevar agua para su molino. No obstante, eso desnudó por completo su desconocimiento sobre la minería moderna, el empleo y la especialización en el sector. Y también su clara voluntad de demonizar a la minería.

Horas después de la tragedia, MMG concesionaria de Las Bambas, publicó un comunicado en el que se solidarizaba con las familias de los trabajadores, que pertenecían a diversas empresas contratistas de la empresa minera. Vale precisar que las personas fallecidas no eran personal directo contratado por la empresa, sino colaboradores temporales, tal como sucede en cualquier actividad económica. En este contexto, Mendoza criticó el hecho de que “MMG se apresure en señalar que los fallecidos eran colaboradores; es decir, trabajadores tercerizados sometidos a precariedad y riesgos laborales”. 

Asimismo, Mendoza añade que “así es como en las grandes empresas tercerizan hasta 70% de sus trabajadores vulnerando la ley”. Y luego advierte que “esta situación tiene que cambiar... y urge proponer una nueva regulación de la tercerización, tal como lo vienen reclamando desde hace años diversos sindicatos, y tal como la ha anunciado el nuevo gabinete ministerial”. 

Como decíamos, Mendoza y toda la izquierda desconocen la realidad de la minería moderna, o buscan adrede desprestigiarla y liquidarla. La señora Mendoza debe saber que el sector de la minería moderna es altamente especializado y que la actividad minera genera una serie de encadenamientos empresariales que abarcan lo social, ambiental, geológico y tecnológico. 

Por ejemplo, en temas geológicos hay empresas especializadas en perforaciones con diamantina para determinar la "ley" de un determinado mineral. Asimismo, existen empresas especializadas en catering y alimentación que ofrecen el servicio de alimentación diaria a miles de personas.

De otro lado, los trabajadores permanentes de todas las empresas mineras modernas gozan de todos los beneficios sociales que la ley y la Constitución establecen. Asimismo, todas las empresas proveedoras de las compañías mineras deben cumplir con todas las leyes laborales nacionales.

Semejantes obligaciones laborales de las compañías mineras no solo tienen que ver con la ley y la Constitución peruana, sino también con las normas establecidas en los tratados de libre comercio y la legislación de los países matrices. Cualquier violación de estos principios determina que estas empresas pierdan valor en las bolsas de valores en que listan sus acciones. Y este principio que rige para los derechos laborales, también vale para el cumplimiento de los más estrictos estándares ambientales.

La precariedad laboral en la minería moderna, entonces, solo es un cuento más de la izquierda. Los trabajadores mineros gozan de un régimen laboral atípico de “2 por 1”, gracias al cual permanecen entre 14 a 21 días en las unidades productivas, y luego gozan de 7 u 11 días de descanso. Es imposible que los trabajadores tengan otro régimen de permanencia porque las operaciones se ubican en lugares remotos. 

La señora Mendoza debería informarse sobre una actividad tan sensible para el futuro del Perú, el crecimiento y el proceso de reducción de pobreza. Los políticos que pretenden la presidencia del país no pueden ser tan ligeros en sus opiniones. 

Donde sí hay explotación, trata de personas, esclavitud laboral y contaminación ambiental es en la minería ilegal. Pero en ese tema. la izquierda guarda absoluto silencio.