Es evidente que el Perú es una sociedad bloqueada &ndas...
Desde hace casi un mes, el Corredor Minero del Sur, utilizado para transportar los concentrados de cobre y molibdeno del proyecto minero Las Bambas (Apurímac), sigue bloqueado por pequeños grupos de manifestantes. Ciertos dirigentes comunales, alentados por supuestos “asesores” vinculados a la izquierda radical, pretenden imponer el cobro de cupos a los camiones que transportan los concentrados. Cobros ilegales que quieren justificar como “uso de la carretera”.
Detrás de todo esto están los hermanos Frank y Jorge Chávez. Ambos “asesores” de los dirigentes comunales promueven el desconocimiento de todos los acuerdos entre la población y la minera MMG, concesionaria de Las Bambas. El propósito de los hermanos Chávez, vinculados también a las ONG del ambientalismo ideológico, es claramente económico. Ellos perciben una “comisión de éxito” por todo lo que las comunidades pueden obtener de la minera después de las manifestaciones violentas.
El proceso de diálogo establecido por las autoridades del Gobierno fue suspendido por el comportamiento intransigente de los asesores de los dirigentes, quienes fomentan la violencia y el bloqueo de carreteras en lugar del diálogo. La especialidad de los hermanos Chávez es promover enfrentamientos entre la población y las empresas mineras. Y el sur minero —Apurímac, Arequipa y Cusco— produce el 60% del cobre del país y aporta más de 1% al PBI. Los hermanos Chávez, pues, saben que el sur es una zona económica bastante sensible.
Desde que comenzó el bloqueo de la carretera, los pobladores que se oponen a las paralizaciones están siendo hostigados y chantajeados por minúsculos grupos de activistas. Los comuneros han denunciado que estas personas no son del lugar, que han venido de otros sitios para reforzar el bloqueo de la carretera. La interrupción de la vía perjudica también las diversas actividades económicas de los pobladores. El libre desplazamiento de las personas, vehículos y mercancías —garantizado por la Constitución— es impedido en las narices de las autoridades sin que un fiscal individualice los delitos y acuse a los implicados.
Las Bambas —proyecto de US$ 10,000 millones y considerado uno de los más grandes del mundo— está ubicado en el distrito de Challhuahuacho, en la provincia de Cotabambas (Cusco). Desde un inicio, la izquierda antiminera le puso el ojo, especialmente después de haber paralizado el proyecto Conga en Cajamarca. Para el radicalismo, el objetivo principal es quebrar la economía del país paralizando las operaciones mineras que aportan el 60% de las divisas y alrededor del 30% de la renta nacional.
En Las Bambas, las condiciones sociales de los pobladores han mejorado significativamente. Desde el inicio, por ejemplo, con el apoyo de la minera se han desarrollado múltiples actividades relacionadas con los servicios de hostelería, transporte y limpieza. En la Nueva Fuerabamba —ciudadela construida con todos los servicios públicos y privados a disposición de los pobladores— ha surgido una cadena de nuevos empresarios que se han convertido en proveedores de las mineras que operan en el sur. En un inicio, para darle impulso a los pequeños emprendimientos, la minera aportó S/ 272 millones, contratando diversos servicios relacionados con el desarrollo del campamento y de sus operaciones.
Por otro lado, en Nueva Fuerabamba y en Challhuahuacho se construyeron modernos centros de salud y se habilitó una casa materna. Asimismo, se han instalado módulos de atención médica en el distrito de Coyllurqui, considerada zona de influencia minera. Reiteradas campañas dentales y sanitarias están mejorando la calidad de vida de los pobladores. Servicios médicos inimaginados por los comuneros hasta antes de la instalación del proyecto. Y es a todo eso a lo que se oponen los hermanos Frank y Jorge Chávez.
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