La estrategia de cerrar el Congreso y la constituyente

En un reciente comunicado de Perú Libre se señala que esta organización no otorgará el voto de confianza al Gabinete que preside Mirtha Vásquez porque “existe un inocultable giro político del gobierno y su gabinete hacia el centro derechismo…”. Igualmente, se señala que se expulsará a militantes de la bancada de Perú Libre y que “las designaciones de las ministras militantes Dina Boluarte Zegarra y Betssy Chávez, no nacen de una propuesta partidaria ni de bancada…” 

De pronto, Perú Libre parece haberse pasado a la oposición y el gobierno de Pedro Castillo se convierte en "el enemigo a combatir". El efecto de esta eventual decisión presenta la imagen de que entre el partido oficial y Pedro Castillo ha surgido una distancia, una situación que debe confirmarse con el tiempo. De lo contrario la oposición se desconcertará mientras avanza la estrategia de cierre del Congreso y la convocatoria de una constituyente.

Sin una bancada oficialista que respalde a la administración Castillo podría presentarse una situación en que no se otorgue la confianza al gabinete presidido por Mirtha Vásquez, sobre todo por la continuidad de ministros cuestionados como Carlos Gallardo en Educación, y Luis Barranzuela en Interior. Si las cosas se presentaran de esa manera, el Ejecutivo estaría en condiciones de forzar otro gabinete inviable para desencadenar la segunda negativa de confianza y organizar las condiciones para el cierre del Congreso y la posterior convocatoria de una constituyente.

El Legislativo entonces debería estar preparado para responder.

Una evaluación de este tipo debe ser procesada con responsabilidad y firmeza de parte de la oposición republicana. Sin embargo, al margen del desplazamiento de Perú Libre hacía una posible oposición, es incuestionable que la designación del Gabinete de la señora Vásquez, la conducta del presidente Castillo y el reciente pronunciamiento de Perú Libre confirman que el Ejecutivo tiene un solo objetivo: la asamblea constituyente.

Las designaciones de Carlos Gallardo en el sector Educación y Luis Barranzuela en Interior revelan que la administración Castillo mantiene nexos con el Movimiento por la Amnistía de Derechos Fundamentales (Movadef) y Perú Libre. Igualmente, las declaraciones de la señora Vásquez no han descartado la convocatoria de la constituyente. En otras palabras, el oficialismo sigue unificado alrededor de la constituyente.

Por todas estas consideraciones, la oposición republicana debe asumir un papel más activo en la defensa de la Constitución y el sistema de libertades. Por ejemplo, ¿por qué extraña razón la Organización de Procesos Electorales (ONPE) entrega planillones para recolectar firmas para convocar a una constituyente, no obstante las prohibiciones expresas de nuestra Constitución Política? ¿Acaso alguien está pensando que el Jurado Nacional de Elecciones puede autorizar un referendo para decidir si vamos a una constituyente? 

Si las cosas fuesen así, la Constitución está pintada en la pared y la oposición republicana en el Congreso no está asumiendo su papel en la defensa de la Constitución.