¡Ejecutivo agudiza conflicto social en Corredor Minero del Sur!

El jueves 9 de septiembre un grupo de dirigentes y líderes de las comunidades de la provincia de Chumbivilcas y varios distritos aledaños decidieron no continuar el proceso de diálogo y suspender su participación en la denominada “Mesa de trabajo para atender a los reclamos de las comunidades”; y el día de ayer retomaron las protestas y la huelga. Esta decisión tira por la borda el trabajo técnico que se empezaba a desarrollar desde el Ministerio de Energía y Minas (Minem) para encontrar soluciones y evitar mayores conflictos sociales en esta parte del Corredor Minero del Sur.

El premier Guido Bellido y los comunistas que integran el Consejo de Ministros (PCM) han agudizado las tensiones y son los culpables directos de que el diálogo, en la práctica, se haya quebrado. ¿Por qué lo decimos? Porque Bellido, en su visita a la zona, semanas atrás, asumió compromisos antitécnicos, sin criterio especializado y, sobre todo, con una excesiva carga ideológica y política. Compromisos que de cumplirse simplemente liquidarían las inversiones mineras, en la zona y también en todo el Perú.

La razón principal, entre otras, por la que los dirigentes de las comunidades se han retirado del grupo de trabajo y han roto todo diálogo y negociación es su insistencia en que el Ejecutivo vuelva a reclasificar el llamado corredor vial sur (hoy vía nacional) para que pase a ser una “vía local”. No solo eso, los dirigentes argumentan que el propio Premier Bellido “les prometió” que se cumpliría tal compromiso.

Como ya lo hemos advertido, Guido Bellido no dijo toda la verdad sobre sus dos visitas a la zona en calidad de premier. Bellido no le contó al Perú que él, a nombre del Estado, se comprometió a que el Corredor Minero del Sur deje de ser una vía nacional para convertirse en una vía local. Si ocurre eso, serían las comunidades y los alcaldes locales quienes dispongan del funcionamiento de la vía por donde transitan los camiones de las empresas mineras. Y hasta podrían exigir impuestos “de pase” o “derecho de uso de vía” (como se pretendió antes) a las operaciones mineras o cerrar las vías. En fin, pondría la gobernanza de la zona en jaque.

Los dirigentes y autoridades saben que la reclasificación de la vía es lo más importante dentro de su bloque de exigencias, por eso no renuncian al pedido, y utilizan el compromiso de Bellido como arma de negociación.

Ahora bien, ante los compromisos asumido por Bellido solo podemos pensar que el Premier y sus asesores comunistas en la PCM aplican la “escopeta de dos cañones” y negocian por arriba y por abajo con los comuneros para generar las condiciones de un conflicto social más grande que liquide definitivamente las inversiones en la zona. O quizás sus promesas a los dirigentes fueron un exabrupto primerizo, pero no creemos que sean casuales. Bellido y los comunistas no quieren inversiones de capitales occidentales en la zona. Sus promesas tienen otras intenciones. Por ahora, no hay mesa de diálogo, y ya ayer se ha desencadenado nuevamente el conflicto social en la zona.