Raúl Mendoza Cánepa
Sale Del Solar y entra…
Se perfilan los candidatos para las Elecciones Generales 2021

Salvador del Solar ratificó que no correrá en 2021. Sabe a lo que se enfrenta si gana. Se justifica asumiendo que los grandes males requieren de esfuerzos colectivos y no individuales; pero ¿qué es una elección si no una competencia, y la competencia es contraposición? Lo deseable suele reñir con la política en este mundo de demonios que se pasan por encima los pactos éticos. Obviamente su salida no será la varita que impida tal guerra: una lucha entre nombres y aspiraciones, solo que sin él.
En el Perú, el odio político es la moneda. Cualquier nombre que se mencione tendrá sus detractores a la derecha, al centro, a la izquierda, arriba o abajo. Perdonen, por tal, este análisis.
¿A quién favorece la salida de Del Solar? Su caudal potencial lo colocaba en una segunda vuelta, pero ahora se disemina en el centro ¿Se animará Forsyth? Su dinámica de calle gusta a un sector, pero, ¿cómo resolvería las deficiencias estructurales de una sociedad que de seguir las ideas de Hernando De Soto hubiera podido resistir la pandemia y la pobreza? Sí, porque si lo ven, la informalidad es el aliado de la peste, de su alta letalidad y de la miseria. Los informales no son los enemigos, ellos son las víctimas del Estado y del desastre sanitario.
Julio Guzmán tiene un partido con mucha juventud y organización. Sus parlamentarios han estado a la altura: sobrios y prudentes. Y nadie descarta que el espacio de Del Solar le sea rentable. Quizás tenga más réditos por allí que Urresti o alguno a la derecha. Acción Popular aún no define a un líder; y de hecho, los poderes alcanzados no son una ventaja, desgastan, ponen el cuerpo en el ojo del francotirador. Ya le pasó a Fuerza Popular por ser mayoría, y por ser mayoría abrumadora. ¿Cuál será su lugar en lo que se viene? Acuña no logra hacerse de esa copiosa Lima que Urresti y Guzmán guardan para sí.
Hace unas semanas se hablaba de Roque Benavides corriendo, pero él negó su aspiración pese a sus seguidores; aunque en política “nunca” no siempre es “nunca”. El general Roberto Chiabra también tiene seguidores. Él destacó combatiendo en el Alto Cenepa. Ex ministro de Defensa y ex comandante general del Ejército, no elude competir en las elecciones. Los tiempos duros llaman a la organización y al carácter. Chiabra nos advierte del Acuerdo de Escazú, un tema que nos vuelve al debate entre la soberanía patriótica y el globalismo, asunto que puede jalar. Dice: “Ahora con la globalización nos venden que ya no existe la soberanía y eso no es así. Una cosa es que uno adquiera compromisos de orden económico, pero otra cosa es que uno ceda los intereses vitales”.
De Soto es siempre una opción importante. No se ha lanzado, pero la pandemia coloca a sus temas y a él sobre la mesa.
La salida de Del Solar volverá los ojos al outsider, eso si su preferencia era de exclusión de lo existente. Puede enriquecerse la escena con los mencionados y otros, pero el espacio que se desocupa podría ser ocupado también por el “ninguno” o Don Misterio. Las encuestadoras sirven también para tapar tsunamis.
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