Los falsos salvadores llegan con diplomas falsos

Los políticos nunca dejan de sorprendernos, para mal. Este tipo de personas están dispuestas a hacer todo con tal de lograr mayor cuota de poder, como mentir y engañar a las personas, incluyendo a sus votantes. En estos últimos días la política española ha vuelto a estremecerse por otro caso de mentiras y falsedades, esta vez dentro del Partido Popular, aquel partido que se supone que es de oposición y “acabará” con la corrupción y manejos mafiosos del Partido Socialista Obrero Español.

Desde el retorno de la democracia a España, en 1975, el país ha sido gobernado por una suerte de bipartidismo compuesto por la centroizquierda (Partido Socialista Obrero Español) y por su homólogo de centroderecha (La llamada Alianza Popular, posteriormente llamada Partido Popular). En el contexto de su XXI Congreso Nacional celebrado el 5 de julio, Alberto Núñez Feijó fue reelegido como presidente del Partido Popular. En vista de que puede ocurrir un cambio de poder en España y que en caso de elecciones el Partido Popular encabezaría los resultados, la reelección de Feijóo no promete nada positivo. Durante la presidencia de Feijó ha convertido al Partido Popular en una suerte de socialdemocracia servil a los intereses de Bruselas y además con propuestas muy similares a las del PSOE.

En dicho Congreso, Alberto Núñez Feijó ascendió a Noelia Núñez, una joven diputada nacional, a la posición de vicesecretaria de movilidad y reto digital. El pasado 22 de julio la prensa difundió la noticia de que Noelia Núñez había manipulado, distorsionado y mentido en su currículum profesional. Afirmaba poseer un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas, además de un grado de filología en inglés. Finalmente no posee ninguno de estos galardones educativos. Núñez no habría culminado ninguna de sus etapas de formación universitaria. La posesión de estos galardones académicos fue una simple afirmación que ella misma había expresado en el Congreso de los Diputados, el Congreso Nacional del Partido Popular, en diversas entidades privadas con las que colaboraba y en entrevistas en medios de comunicación. Núñez se justificó en sus redes argumentando que no existió intención de engañar, que fue una mera confusión, pero la realidad es que esta simulación académica ha sido un acto repetitivo y persistente.

Indudablemente, este incidente no es el primero en la esfera política española, ni en el Partido Popular, ni en otros partidos del espectro parlamentario, pero sí exhibe cierta reiteración en el Partido Popular mismo. No hay que olvidarnos que, desde el retorno de la democracia, es el Partido Popular el grupo político con mayores escándalos de corrupción de España. Este fenómeno, frecuentemente observado en el ámbito político en nuestros países, de inflar los títulos académicos obtenidos por el político en cuestión, induce a la población en general a percepciones falsas. Es un asunto que requiere una considerable reflexión sobre todas las implicancias que esto trae.

Lo peor de todo esto quizá no sea haber engañado al congreso de los diputados o a los propios votantes de su partido. La diputada Noelia Núñez también estaría poniendo en cuestionamiento la reputación de una entidad académica ajena a la política. Numerosos medios españoles de izquierda y serviles al gobierno de Pedro Sánchez han aprovechado esta situación para atacar al Partido Popular pero también a instituciones que lo critican y pregonan ideales contrarios. Numerosos diarios, dentro de los cuales destaca el tendencioso artículo de El País, acusan a la universidad Francisco Marroquín de haber acogido dentro de su claustro de profesores a la diputada Noelia Núñez. De tal grado ha sido el escándalo que la propia universidad Francisco Marroquín (que tiene sede en Guatemala pero que posee una sucursal en Madrid) ha tenido que emitir un pronunciamiento aclarando que Noelia Núñez nunca perteneció a su selecto grupo de profesores. 

Personalmente y en defensa de la Universidad Francisco Marroquín puedo dar fe de su calidad académica y excelencia en el ámbito intelectual. No en vano esta universidad fundada en 1971 ha acogido a numerosos ganadores del premio nobel y los ha tenido de profesores visitantes. Por muchos años la Universidad Francisco Marroquín ha sido el bastión de la defensa y difusión de las ideas de la libertad en el ámbito hispanohablante. Numerosos intelectuales peruanos, dentro de los cuales destaco a Mario Vargas Llosa, el abogado Enrique Ghersi, el poeta Héctor Ñaupari o el jurista Alfredo Bullard han dado charlas para esta universidad. Dentro de los personajes españoles, la Universidad Francisco Marroquín tiene como profesores a destacados académicos como el economista Juan Ramón Rallo o al doctor Miguel Anxo Bastos.

Naturalmente y en el contexto de la coyuntura política española, a través de los años la Universidad Francisco Marroquín (sede Madrid) ha entrevistado a personajes del Partido Popular cómo a la diputada Cayetana Álvarez de Toledo y a la ahora criticada y controversial Noelia Núñez. Sin embargo, también han podido entrevistar a personas asociadas al partido VOX, cómo lo es el señor Iván Espinoza De Los Monteros. Efectivamente en ningún momento la Universidad Francisco Marroquín ha tenido como profesora a la diputada Noelia Núñez, sin embargo, los medios de izquierda se empecinan en repetir esta calumnia tan miserable y difamatoria.

Estos lamentables sucesos nos dan varias conclusiones: la primera es que los políticos mienten y son capaces de brindar datos falsos a universidades, a medios de comunicación y al congreso de su propio partido con tal de obtener poder. Lo segundo es que tenemos que desconfiar profundamente del Partido Popular, que al parecer posee los mismos tejes y manejes mafiosos que el PSOE y que no viene a aportar la renovación moral que tanto dicen buscar. Lo segundo es rogarle a instituciones honorables como la Universidad Francisco Marroquín pensar dos veces antes de traer a estos nefastos personajes, los cuales difícilmente suman algo en lo académico, ya que en continuas ocasiones los políticos del Partido Popular solamente asistieron al claustro a defender a sus líderes.

Lo último es una valiosa lección para los electores peruanos. El Perú es un país que también ha sufrido de las mentiras de sus políticos. Y en un medio donde es rutinario ver que los políticos peruanos compran, falsean o plagian sus grados académicos, hay que estar alertas. Alguien que miente sobre algo tan importante como sus galardones académicos es capaz de mentir en cosas mucho más graves.