Alejandro Arestegui
¿El 2026 será el año definitivo de consolidación de la derecha?
Procesos electorales en Latinoamérica que la harán teñir de azul
El 2026 promete ser un año emocionante en cuanto a coyuntura política y procesos electorales. Como bien sabemos, el próximo año Perú celebrará elecciones generales, para la presidencia y el nuevo parlamento bicameral, pero también elecciones regionales y municipales. Sin embargo, nuestro país no será el único que celebre elecciones de ese calibre. En esta columna anticipamos cuáles son los otros países que también tendrán comicios este 2026; lo más interesante de todo es que podrían terminar el contundente giro político hacia la derecha por parte de todo Latinoamérica.
Si para 2021 teníamos a la región casi totalmente pintada de rojo, en 2026 podría ser lo contrario. Basta ver el siguiente gráfico para apreciar el continuo avance de la derecha política en nuestro continente. En 2025 Bolivia y Chile fueron los nuevos países en teñirse de azul. Hay que aclarar que debido a la renuncia de Dina Boluarte y las políticas del presidente interino José Jerí, el Perú es ahora considerado también de centroderecha. Por otra parte, pese a la victoria de Edmundo González en Venezuela, este país, hasta la fecha en la que se ha escrito esta columna, sigue estando secuestrado por la dictadura socialista chavista de Nicolás Maduro
El primero de los países que va a celebrar elecciones presidenciales en 2026 es Costa Rica, las cuales se celebrarán el domingo 1 de febrero de 2026, con una posible segunda vuelta presidencial el 5 de abril de 2026. El Tribunal Supremo de Elecciones costarricense organiza estos comicios, que renovarán los principales cargos ejecutivos y legislativos para el período 2026-2030. El proceso electoral “tico” ya está en marcha, con un cronograma oficial publicado por el TSE que incluye plazos para inscripción de candidaturas, campañas y la votación en sí misma. Temas clave esperados incluyen economía, seguridad, cambio climático y corrupción. Costa Rica mantiene una tradición democrática estable, con alternancia partidaria frecuente. La gran favorita para alzarse con la victoria en estas elecciones es la candidata derechista Laura Fernández Delgado del Partido Pueblo Soberano (conocido como PPSO)
El segundo país que celebrará elecciones es Colombia, que tendrá dos procesos separados en 2026: las elecciones legislativas y las elecciones presidenciales. La Registraduría Nacional del Estado Civil y el Consejo Nacional Electoral organizan los comicios. Los comicios colombianos tendrán lugar el 8 de marzo de 2026. El país está viviendo un período convulso, marcado por los conflictos armados, la proliferación del narcotráfico y el crimen organizado debido a la inacción del presidente Gustavo Petro. El caso de Colombia tiene mucha similitud al peruano, por la cantidad de precandidaturas que hasta ahora se han presentado. No obstante, es necesario mencionar que el Frente Amplio Unitario (frente de izquierdas donde se ubica el partido Pacto Histórico del actual presidente Petro) tiene muy difícil mantenerse en el poder.
El último país importante que celebrará elecciones este 2026 es Brasil. Las elecciones generales de Brasil se realizarán el domingo 4 de octubre de 2026, con posible segunda vuelta el último domingo de octubre. El Tribunal Superior Electoral (TSE) supervisa el proceso, el más grande de toda Latinoamérica. En el caso brasileño, además de presidente se votarán por los diputados y senadores federales, así como asambleas legislativas y diputados distritales. Esta elección será de suma trascendencia ya que el actual gobierno del Partido de los Trabajadores se juega no sólo su continuidad en el poder, sino su existencia como partido y como líder de la izquierda en Brasil. Por otra parte, la derecha se ha visto muy afectada debido a la encarcelación e inhabilitación de su líder Jair Bolsonaro, por lo que habrá que ver cómo actúa la oposición de Brasil para derrotar al también excondenado Lula Da Silva.
Como podemos apreciar, esta elección será trascendental para afianzar el establecimiento de la derecha política en Latinoamérica, lo cual representaría una dura derrota para la izquierda a nivel mundial. Esa también es una oportunidad para que otras fuerzas políticas aprendan de sus errores y eliminen ciertas agendas ideológicas y discursos obsoletos que tanto daño han hecho a nuestros países. Esperemos que en Perú no sólo gane la derecha, sino que la gente se concientice del daño que ha hecho el populismo de izquierdas, que sólo promete sueños vacíos y acaba destruyendo economías; y con ello, el sueño de millones de latinoamericanos.
















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