La industria del “calentamiento global”

Enormes fortunas se levantan tras el supuesto cambio climático

A lo largo de mis columnas he puesto en evidencia cómo las temperaturas del planeta se han estancado desde hace más de 18 años, y también he explicado que tampoco hay una relación histórica entre la tasa de emisiones de CO2 y la evolución de las temperaturas. Es decir que cualquier persona menor de 22 o 23 años no puede tener un recuerdo objetivo un calentamiento global.

Del mismo modo, he relativizado varios de los “fenómenos alarmantes” que “anuncian” el supuesto calentamiento global, como el derretimiento de hielo polar, la acidificación de los océanos, la desertificación de la tierra, etc. Tantos elementos que variaron, varían y variarán naturalmente, sin que nuestras emisiones de CO2 se vinculen con aquellos.

También, en varias ocasiones, denuncié las manipulaciones y engaños que se esconden tras la distorsión de datos climatológicos, ya sea jugando con escalas o utilizando argumentos lacrimógenos, como la eventual desaparición -en fecha indeterminada- de los osos polares.

Por ende, abordé el tema del costo de las ecostafas o las consecuencias que tendrían, en términos de aprovisionamiento energético, ciertas propuestas para luchar contra el supuesto calentamiento global, en particular contra las emisiones de un gas tan benéfico para la vida vegetal – y en consecuencia de toda la cadena alimenticia - que es el CO2.

Si hay una cifra que mi diario “favorito” prefiere no hacer referencia es la del costo global de esa “lucha” absurda. Entre varias cifras que circulan desde hace años, sin duda la más espeluznante es la que dio a conocer “The Climate Change Business Journal”, presentada y comentada aquí y acá. Esta cifra nos revela que se ha formado toda una “industria del cambio climático” que representa hoy en día unos ¡US$ 1.5 trillón al año!

Como –a diferencia de otros- no me gusta brindarles cifras con una escala tan grande que resultan incompresibles para la mente humana común, les indicaré lo que representan estos gastos, que excitan más de un interés mercantilista y justifican la abundante propaganda y ecolo-política que vemos año tras año sea en Lima o en París.

US$ 1.5 trillón al año o US$ 1,500,000,000,000 representan US$ 4,109,589,041 al día, una cifra nada evocadora. Dividida entre cada uno de los 7000 millones de humanos, la cifra se vuelva más comprensible, US$ 0.59 (al cambio actual S/. 1.9 por día). En efecto, no parece tremendo, pero en serio ¿usted botaría a la calle, en vano, dos soles al día, todo los días? Si quieren contestar “sí”, dejen su dirección email en el comentario, les daré mi número de cuenta para hacer abonos mensuales (busco solo 150 donadores de por vida para dejar de trabajar)...

Pero déjenme plantearlo de manera diferente, digamos más altruista. Si de una vez por todas saldríamos de esta locura climática, si se reasignaran los presupuestos gastados, por ejemplo, en lujosos viajes artísticos hacía Paris y en exquisitos buffet para las COP, y si se entregara esta plata al 21% de la población mundial que aún vive bajo el umbral de la extrema pobreza, ¡acabaríamos directamente con ella! Incluso bastaría para que la mayor parte de la población mundial salga del umbral de los US$2 por día. Tremendo programa de inclusión social ¿no?

Pues bien, entendámonos. No estoy en absoluto a favor de programas asistencialistas, mi propósito con este último párrafo es poner – como lo anuncié - a un nivel entendible el costo global de la inútil lucha contra el cambio climático. Costo que en vez de beneficiar a consultoras, productores de “energía limpias” y otros amiguitos bien introducidos políticamente, sería mucho mejor usada en infraestructuras y medios realmente productivos.

Por Vincent Dumortier