Raúl Mendoza Cánepa
La economía primero
Roque Benavides y su probable candidatura presidencial

La semana que pasó descubrimos en Facebook a muchos jóvenes entusiasmados por el empresario Roque Benavides. Desde luego, generó expectativa. Que exista gente promoviendo sin su autorización a un potencial líder no lo deslegitima, salvo que suplante su voz. A Fernando Belaunde lo impulsó un grupo de jóvenes que creía en él, lo que devino en el Frente de Juventudes. Sin embargo, si su decisión es no ir se debe respetar, aunque el tiempo es corto y corta la oferta.
A muchos les pareció interesante la alternativa Benavides, que es una apuesta por la economía. El Covid-19 nos hizo perder el 2020 y demasiado del PBI. En ese contexto, mal haríamos en iniciar el cronograma electoral este año. Las elecciones deberían realizarse entre junio y julio del 2021, con el compromiso de entregar el mando el 28. Correr las fechas nos permitiría una mejor elección, mejores ideas, nuevos nombres y la seguridad de que la salud pública no estará en juego. Así como esta opción, aunque el ingeniero Benavides no la apruebe, surgirán nuevas.
Mi impresión del empresario minero la tuve hace meses, cuando llegó a mis manos un sentido libro suyo sobre Haya La Torre, su tío y quien le inspiró la vocación de servicio y el ideal de justicia; lo que articula la misión de un empresario al que, a la vez, le preocupa el Perú. Es natural que una persona conocida y con voz tenga quienes deseen verlo en la Presidencia. Si se anima, aunque parece descartarlo, será importante quién lo acompañe. En el escenario reconstructivo lo ideal es un frente de personas brillantes, honradas y cuyo eje sea lo esencial.
Dice Benavides sobre la pandemia: "Mi crítica es que no se han utilizado todos los recursos de distribución de capacidades que tiene el sector privado; no se ha utilizado a la Iglesia Católica, a Cáritas, no se ha utilizado a las otras iglesias y no se ha utilizado la capacidad logística que tienen las Fuerzas Armadas. Mi invocación, más que mi crítica, es que trabajemos juntos". Ese podría ser el mensaje de llamado a la unidad institucional. “Puede haber informalidad y, por supuesto, eso complica las cosas. Hay un círculo virtuoso: si las empresas grandes, las más formales, comienzan a operar, impactan sobre el sector informal”. La idea es cohesionar, un reto para un país lleno de disolvencias. Benavides donó oxígeno al Hospital de Iquitos, mientras otros lucraron con la enfermedad. Asume que es clave que trabajen juntos el sector público y el privado.
El Perú suele perder el tiempo en leyes, mociones y decisiones bobas; y aunque no todo sea economía, esta es fundamental, solo que la pasamos por encima ¿Sabe cuánto aporta la minería, pese a que ocupa el 0.1% del territorio? ¿Sabe que Antamina se descubrió en 1950 y recién le dieron vida cincuenta años después? ¿Sabe que para Bayóvar fueron setenta y cinco años? ¿Sabe que el 60% de los ingresos por exportaciones proviene de la minería? Nunca miramos las oportunidades, los políticos las suelen tapar.
Quizás Roque Benavides no se anime, tiene el derecho de servir desde la empresa y otras instituciones sociales (como lo ha hecho). Ser presidente en el Perú tampoco es un laurel, es un calvario que no le deseo. Igual, “la economía es la base”; que ese sea el lema del Bicentenario. Sin ella no hay salud, educación, empleo, cultura. Lo bizantino, para el comedor.
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