Martín Taype
Desigualdad en conectividad digital
Es necesario contar con una conexión estable y de alta velocidad

Encontrándonos en un mundo globalizado, de vertiginoso avance tecnológico, las organizaciones están obligadas a adoptar nuevas herramientas tecnológicas y capacitar a sus trabajadores en el uso eficiente de estas, como única alternativa para poder sobrevivir en el mercado. Una de estas herramientas es la conectividad digital. Veamos cómo se ha desarrollado este tema en nuestro país.
La pandemia del Covid-19 ha hecho que contar con Internet se vuelva una necesidad más que esencial para el desarrollo de la vida cotidiana. Como consecuencia, luego de caer en el último trimestre de 2019, y solo crecer un 1% en el primero de 2020, el número de conexiones de Internet fijo aumentó un 7.6% en el segundo trimestre del último año, de acuerdo con cifras del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel), según fue publicado en el Semanario 1096 de fecha 29 de octubre del año en curso por Comex Perú en su página web (www.comexperu.org.pe).
En la citada publicación se indica que las conexiones han crecido a un ritmo trimestral promedio del 4.3% hasta el segundo trimestre de 2021. En dicho periodo, las conexiones de internet fijo fueron un 24.7% mayores respecto del cuarto trimestre de 2019. La marcada diferencia entre las conexiones ha generado que aquellas con una velocidad mayor o igual a 16 Mbps representan el 87% del total (frente al 60.7% en 2019-IV). Esto era inevitable dado que, para enfrentar los quehaceres del teletrabajo, la teleeducación, etc., muchos debieron incrementar la calidad de su conexión. De esta manera, podríamos afirmar que contar con un internet estable y de alta velocidad se ha vuelto “lo mínimamente necesario” debido a la pandemia.
Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Hogares para evaluar cómo ha variado el porcentaje de hogares con acceso a internet en el Perú. Siete departamentos de la costa cuentan con una cobertura de internet mayor al 50% de los hogares. Probablemente, estos tuvieron el aumento más “equitativo” en el internet de alta velocidad. La evidencia muestra que, a pesar de que actualmente casi todas las conexiones de internet poseen una velocidad alta, el acceso a estas es dispar y, pese a ciertos avances notorios, la población de la sierra y la selva del país es la que menos se ha beneficiado.
Por ello, el cierre de la desigualdad de conectividad digital a nivel nacional es impostergable, todos los peruanos tienen el derecho al desarrollo. Para lograrlo, el Gobierno debe crear un ambiente que promueva la inversión de las operadoras, con un marco regulatorio moderno y justo para evitar el abuso hacia los consumidores y que se base en un actuar constante entre el sector público y privado. Asimismo, el Estado requiere una estrategia eficiente para cubrir las zonas más alejadas y en las que es un reto operar.
Las entidades públicas y privadas en nuestro país deben implementar masivamente las herramientas digitales para mantenerse competitivas y subsistir. Y mantener el teletrabajo en todas las actividades que sea posible, dado que reduce costos fijos a las instituciones públicas y privadas y trae muchos beneficios a los trabajadores, como el ahorro de horas hombre en movilizarse hacia y desde el centro de labores, mejor alimentación, menor riesgo de contagio y accidentes, entre otros que conlleva a mejorar su productividad y calidad de vida.
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