Martín Taype
Derrumbe de la economía latinoamericana
En este año y por la pandemia de Covid-19
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El impacto de la pandemia de Covid-19 en la economía de Latinoamérica será mayor de lo que se esperaba, y la recuperación más lenta de lo que se pensaba. Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), recién en el 2025 podrían alcanzarse los niveles de actividad económica que existían en el 2019, según una publicación de la página web del diario Gestión.
“La crisis va a durar más de lo que se pensaba y va a haber efectos –en el crecimiento, en el desempleo, la desigualdad y la pobreza– mayores de lo esperado”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, en una conferencia desde la sede de la organización, en Chile. “Alcanzar los niveles de actividad económica previos a la crisis va a tomar varios años, y será un proceso más lento que la crisis (financiera) subprime del 2007 y 2008”, aseguró. Bárcena formuló sus declaraciones al presentar el estudio económico “Políticas macroeconómicas activas para la recuperación y transformación económica y social”, focalizado en la situación creada por el coronavirus, las perspectivas y algunas recomendaciones para los países.
Cepal prevé que la caída del Producto Bruto Interno (PBI) del continente sea de 9.1% al finalizar el 2020, lo que equivaldría a un retroceso de una década. Las cifras finales, sin embargo, serán revisadas y es posible que resulten aún mayores. Sudamérica sería la más afectada, con una contracción de PBI equivalente a 9.4%. En Centroamérica y México la caída sería de 8.4%, y de 7.9% en El Caribe —excluyendo Guyana.
En comparación, se prevé que la caída de la actividad económica sea de 6.5% en Estados Unidos, y de 8.7% en Europa. China, en cambio, tendría un crecimiento de 1%. A raíz de la pandemia, se estima que 2.7 millones de empresas cerrarán en América Latina en el 2020, y el desempleo ascenderá a 44 millones de personas, 18 millones más que en el 2019.
Además, la informalidad de la economía ha alcanzado al 54% de la población, más de 159 millones de personas; y se prevé que la pobreza volverá a niveles del 2005, afectando a unos 231 millones de personas. La pobreza extrema, en tanto, llegaría a 96 millones de personas, un nivel equivalente a las cifras de 1990 (un retroceso de 30 años). Se trata de una crisis sin precedentes. Aún si se duplicara la tasa promedio de crecimiento de 1.8% de la última década, recién en el 2025 se estarían alcanzando los niveles del PBI del 2019, según las previsiones de la Cepal.
Con respecto a las previsiones de la Cepal cabe señalar que son realistas. Pero faltando aún un par de meses para finalizar este año, el desplome de la economía latinoamericana puede todavía ser peor dado el mantenimiento de altos niveles de contagio en la mayoría de países. Por ello, los gobiernos latinoamericanos de turno tienen que tomar las medidas económicas más adecuadas para atenuar en algo el golpe, apoyando especialmente a la micro y pequeñas empresas (mypes), y a las entidades financieras orientadas a apoyar a dicho sector. Pero teniendo presente siempre que primero está salvaguardar la salud y vida de las personas.
¡No expongamos la salud y vida de nuestra población! ¡No flexibilicemos las medidas de bioseguridad! ¡No expongamos a nuestra población como conejillos de indias a vacunas que no hayan pasado todos los protocolos de seguridad y confiabilidad!
Nota del autor: Este artículo lo dedico a la Memoria de mis queridos tío Rafael Mendoza Urbina y abuela Felicitas Niño de Guzmán Salguero, quienes en este mes de octubre 01/10/2011 y 02/10/1997 respectivamente, partieron a la casa de nuestro Señor. Estoy eternamente agradecido tío Rafo y mamá Feli por vuestro cariño, formación y sabias enseñanzas, ahora desde el cielo me cuidan y orientan mi camino.
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