Eduardo Zapata
Así no más, pues
Cuando imperan la improvisación y la irresponsabilidad

Se trata de una expresión lamentablemente bastante extendida en nuestro hablar coloquial. Porque de entrada su uso connota improvisación y aun irresponsabilidad.
Cuando se trata de arreglar algo, un supuesto ´técnico´ la emplea. Pero también en la empresa moderna –y a pesar de las voces profesionales– muchas veces el dueño opta por dejar procesos o productos “así no más, pues”.
Para quienes sean maestros de escuela, tampoco la expresión resultará extraña. El alumno al que se le ha asignado un trabajo y lo presenta en verdad incompleto e insatisfactorio y al ser interpelado por ello dirá: ´Pero si así no más está bien, pues”. Y el mismísimo profesor, aparentemente cansado de admoniciones, aceptará el trabajo bajo la premisa de la misma expresión. “Así no más, pues”. Seguramente él prepara sus clases de esa manera. Como los asesores de tesis universitarias –y nótese que estamos subiendo aparentemente de nivel– que ´aconsejan´ al estudiante que no profundice. Porque así no más ´es suficiente´.
De modo que improvisación e irresponsabilidad signan gran parte de nuestro tejido social. Los ´ahorita te lo hago´ –cuando ha vencido un plazo– o el ´déjalo así´ son más del mismo paradigma.
En España, y tomando como fuente la Real Academia de la Lengua, la expresión significa llana y explícitamente ´solamente´. En algunos países de América Latina –con un énfasis profundo psicológicamente en el Perú– se usa como un modificador adverbial que termina por relativizar la afirmación central. “Basta con poner más camas para la pandemia, así no más”.
Como se ve, lo grave es la relativización que se va introduciendo en el imaginario colectivo de que todo es relativo. De donde, perdiéndose el valor asertivo de la afirmación central, se le resta importancia al enunciado principal.
Se configura así un permisivo paradigma que lleva no solo a la relativización, sino también a cultivar una sumisa actitud ante los sucesos de la vida. “Estaba de Dios”; “Así es la vida”; “Tenía que suceder”. Todo ello afecta el contrato social, y los terroristas se convierten en ´luchadores sociales´.
No sé por qué nos sorprendemos, entonces, cuando la esposa del señor Castillo le dice a un grupo de maestros –que pide ser nombrado pese a haber fracasado en los exámenes de evaluación para la carrera magisterial- “Así no más, pues”: serán nombrados.
Nihil obstat, para usar una expresión latina, para la improvisación y la mediocridad. Grave asunto cuando se trata de gestión pública y de la suerte de millones de peruanos. Signo de un gobierno que declara su amor por la educación, la patria y la lucha contra la corrupción.
Pisotear procesos, leyes y la misma Constitución. “Así será, pues”. Con la complicidad de muchos que guardan silencio. Que de seguro tampoco cuestionan porque adhieren al mismo paradigma.
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