Editorial Política

Paltiture y la guerra entre Puno y Arequipa

Gobernador de Puno se opone al proyecto hídrico

Paltiture y la guerra entre Puno y Arequipa
  • 05 de marzo del 2019

 

En la semana pasada, seguidores del gobernador de Puno, Walter Aduviri, boicotearon el Simposio Agua para Nuestros Pueblos del Sur, organizado por el Ministerio de Agricultura (Minagri). Los manifestantes acusaron al Minagri de provocación y causaron una bochornosa salida de Elmer Cáceres, gobernador de Arequipa, del auditorio del Colegio de Ingenieros de Puno, lugar donde se iba a realizar el evento. De esta manera se perdió una nueva posibilidad de diálogo y acuerdos entre las regiones de Puno y Arequipa alrededor del proyecto hídrico. ¿Cómo se puede entender semejante conducta de las autoridades regionales frente a un proyecto vital para promover inversiones y expandir el bienestar de la gente?

En más de una ocasión Aduviri se ha pronunciado en contra de la realización del proyecto Paltiture. Luego de ser electo, Aduviri dejó en claro que el agua de Puno no se compartiría con Arequipa, al margen del triunfo de Cáceres en la gobernación de Arequipa. De pronto, dos gobernadores de la izquierda radical y antisistema demostraban su incapacidad para ponerse de acuerdo con objeto de favorecer a los pobres de sus respectivas regiones.

La capacidad del proyecto Paltiture —que suma una inversión de S/ 300 millones— está calculada en 80 millones de metros cúbicos de agua proveniente de los ríos Tincopalca, Quemillone y Tolapalca, ubicados en la zona alta de Puno. Agua que actualmente se pierde en el mar, sin atender las actividades agrícolas de Arequipa y Moquegua, sin beneficiar a más de 3,500 agricultores dedicados a la siembra de cebolla, arroz, páprika y pastos. El objetivo del proyecto es también ampliar las fronteras agrícolas de las dos regiones. En el valle de Tambo se calcula que beneficiará a cerca de 10,000 hectáreas cultivables, incorporando en Arequipa cerca de 2,000 hectáreas de nuevos territorios cultivables, y en Moquegua 1,000 hectáreas en el valle de Quinistaquillas, en la provincia de Sánchez Cerro. 

El proyecto hídrico está entrampado. Por un lado, existe un conflicto de demarcación territorial de los límites de Puno y Moquegua, lugar donde se proyecta construir la represa Paltiture: en la comunidad de Tolapalca, en el distrito Ichuña, en Moquegua. Al respecto, los sectores vinculados a Walter Aduviri rechazan la reciente Ley Nº 30918, que fortalece los mecanismos para el tratamiento de las acciones de demarcación territorial. El artículo 12 de la ley establece la realización de una consulta popular cuando las acciones de delimitación territorial no logran acuerdos entre las partes. Las autoridades de Puno han señalado que la norma tiene nombre propio. Señalan que la ley, aprobada por el Ejecutivo de Martín Vizcarra, favorece a Moquegua porque en la zona de conflicto los pobladores se sienten más moqueguanos que puneños. Por otro lado, hace dos años, el gobierno regional de Puno y la municipalidad de Puno interpusieron ante el Poder Judicial medidas cautelares en contra de la construcción de la represa.

Aduviri, pertinaz opositor del proyecto, debería seguir el ejemplo de los ex gobernadores de Huancavelica, Glodoaldo Álvarez, y de Ica, Fernando Cillóniz. En marzo del año pasado ambos firmaron un convenio denominado “Sistema de afianzamiento hídrico en los valles de Ica, Pisco y áreas irrigables de las provincias de Huaytará y Castrovirreyna, en Huancavelica”. El objetivo del convenio es el aprovechamiento de los recursos hídricos de la región Huancavelica mediante el almacenamiento de agua. El agua almacenada se destinará primero a las partes altas y luego a las bajas de Huancavelica e Ica. Álvarez, las autoridades y la población de Huancavelica, entendieron que no podían seguir actuando como el perro del hortelano, desperdiciando el agua sin que llegue a ser útil para ninguna de las dos regiones. Y como sucede en Ica, que gran parte de la población procede de Huancavelica, en Arequipa otra parte importante es puneña. ¿Por qué, entonces, la actitud absurda de negarle el agua a otros peruanos?

En determinados momentos la conducta de Aduviri parecería revelar la intención de alejarse de cualquier posibilidad de integración entre las regiones del Perú. ¿Acaso es parte de una estrategia secesionista?

 

 

  • 05 de marzo del 2019

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