La comisión de Constitución del Congreso de la R...
Dirigentes quieren medir fuerzas con el nuevo gobierno
Dirigentes de las filiales de la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP) en seis regiones han anunciado un paro macro regional sur para el próximo 22 de junio. El pretexto de esta nueva convocatoria de movilización del sindicato de izquierda es rechazar la orden de captura dictaminada por un juez contra los responsables de las violentas protestas contra el proyecto minero Tía María: José Luis Chiapa Díaz, Jaime Trinidad de la Cruz Gallegos, Milton Abramonte Cienfuegos, Huber Efraín Puma Puma y Rubén Quispe Ccolla. ¿Puede semejante razón ser excusa para que la CGTP llame a nueva protesta en la macro región sur? Todo indica que no.
Detrás de lo que se supone es una cerrada defensa a favor de los responsables de la violencia y en contra de una medida judicial, el motivo de fondo de la CGTP es tomarle el pulso al nuevo gobierno y la posición que adoptará el nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski. Especialmente tratándose de un tema de suma importancia para el país, como es la minería moderna en general y sobre todo la minería en la región sur. Es casi improbable que las filiales de la CGTP de Arequipa, Puno, Moquegua, Cusco, Ayacucho y Apurímac no hayan consultado y tenido el aval de los dirigentes limeños para organizar esta paralización. Recordemos que los dirigentes de la CGTP llamaron a sus asociados a votar por PPK en las elecciones pasadas, cerrando el paso a Keiko Fujimori. De ser así, estaríamos frente a un primer desafío entre la izquierda que se opone a la minería moderna y el próximo gobierno.
El anuncio de las filiales sureñas de la CGTP coincide “casualmente” con las declaraciones del ya presidente Kuczynski, sobre que en los próximos días iría al Valle del Tambo para conocer de cerca el conflicto contra el proyecto Tía María, cuya inversión representa 1,450 millones de dólares. Kuczynski también señaló que dialogará con los agricultores para conocer las opiniones con respecto al proyecto minero. Los líderes de las organizaciones antimineras del Valle del Tambo han interpretado las declaraciones del ahora presidente como una señal de que el próximo gobierno apoyaría el reinicio de la ejecución de Tía María y estarían tomando medidas al respecto. No se ha descartado que dichas organizaciones se sumen al paro convocado por la CGTP. Marilú Marroquín, uno de las líderes más experimentados del movimiento antiminero, ha señalado que esperan al nuevo presidente para que conozca que Tía María “no puede ejecutarse”.
Desde este portal hemos insistido en que la minería moderna es uno de los primeros motores de crecimiento económico y reducción de pobreza que tiene nuestro país, y que el rechazo a los proyectos mineros se explica, de alguna u otra manera, por la ausencia del Estado allí donde se ejecutan. No obstante, eso no equivale a que el nuevo presidente no sepa gestionar y prevenir políticamente los conflictos mineros.
El objetivo de la estrategia de la CGTP y de la izquierda antiminera es claro: torcer al nuevo gobierno e impedir a toda costa que los proyectos mineros salgan adelante. Difícil situación y tremendo reto para el nuevo presidente.
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