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El profesor Pedro Castillo —quien se hizo conocido durante la huelga magisterial de junio, julio y agosto del año 2017 por haber organizado el Comité de Lucha de las bases regionales del SUTEP, que radicalizó la huelga y puso en peligro el año escolar de los estudiantes de la escuela pública— ha convocado a las bases del magisterio nacional a una asamblea general para los primeros días del mes de febrero, en la que se definirá la continuidad de la huelga de más de setenta días. Huelga que, según Castillo y los profesores más radicales del gremio educativo, no fue levantada, sino postergada.
La continuidad de la huelga —que amenaza reactivarse ni bien se inicie el año educativo 2018— es parte de la agenda antisistema que tiene la izquierda radical de cara a las elecciones 2018 y 2021. Sin embargo Castillo sostiene que el motivo de la huelga es que el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski no cumple con el compromiso de elevar el presupuesto de la educación al 6% ni mejora los sueldos de los maestros. Del mismo modo, el sector que lidera el profesor chotano no está en la línea meritocrática del Ministerio de Educación (Minedu) y objeta la evaluación docente.
Al respecto vale decir que no se puede dejar de lado la importancia de una política de Estado por la meritocracia docente para mejorar la educación peruana, que fue desarrollada en la gestión del ministro José Antonio Chang al frente del Minedu, en el segundo periodo gubernamental del presidente Alan García. La misma política meritocráticas que fue abandonada durante la gestión del ministro de Educación Jaime Saavedra, en el Gobierno de Ollanta Humala. Con el ministro Chang se logró capacitar en las mejores universidades públicas y privadas a más de 160,000 docentes; contrariamente, en la gestión de Saavedra se abandonó esa capacitación, poniendo en peligro la calidad educativa de la escuela pública.
Asimismo, con el ministro Chang fueron nombrados 60,000 docentes en la nueva Carrera Pública Magisterial, que se sustenta en criterios meritocráticos. Sin embargo durante la gestión de Saavedra solo se nombraron a 8,000 profesores. Un retroceso, a todas luces. Respecto a las contrataciones, durante la gestión de Chang se contrataron 15,000 profesores, mientras que en la gestión de Saavedra los maestros contratados aumentaron a 160,000. Se debilitaron así todos los logros alcanzados en las gestiones educativas anteriores.
La gestión del actual ministro de Educación, Idel Vexler, está abocada a devolverle al magisterio la política meritocrática que nunca se debió detener, y que pasa por la evaluación docente a la que se opone esa dirigencia magisterial antisistema que lidera el profesor Castillo. No hay otra manera de mejorar la educación peruana que retomando los programas de capacitación de los docentes para mejorar los resultados de las evaluaciones.
No son un secreto las aspiraciones políticas del profesor Castillo. Su propósito es construir una plataforma antisistema que le hará mucho daño a la educación pública y que repercutiría en toda la dinámica social, política y económica del país. Como él mismo ha señalado, la asamblea general que convoca es para reactivar la huelga suspendida del 2017, para ratificar su liderazgo al frente del gremio de los maestros y para legitimar la supuesta Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fentep). Esta organización que fue creada en octubre del año pasado por una dirigencia antisistema que no es reconocida por las bases de los maestros ni por las autoridades del Ministerio de Trabajo, por no estar inscritos en el Registro de Organizaciones Sindicales (ROS). Una actitud claramente divisionista que condenan las diversas bases del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación (SUTEP).
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