Las derechas y los sectores empresariales en el Perú su...
Ante los fracasos en la Reconstrucción con Cambios (RCC), hoy evidentes ante las inundaciones en Piura y el norte, el Ejecutivo la relanzará apelando al modelo empleado en las obras de los juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2019. Como se recuerda, las obras de los Panamericanos se desarrollaron con rapidez y eficiencia por un acuerdo con el Gobierno del Reino Unido.
El Decreto de Urgencia (DU) Nº 040-2019 autoriza a la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios (ARCC) hacer uso de los convenios internacionales para ejecutar las obras pendientes de la RCC. Según Amalia Moreno, directora ejecutiva de la ARCC, por el DU se realizarán las obras de prevención en 17 cuencas, 5 quebradas y 7 drenajes pluviales de la costa, afectadas por las inundaciones y deslizamientos provocados por El Niño costero 2016-2017. Asimismo, se construirán 16 centros de salud y 74 instituciones educativas estatales dañadas por el fenómeno climático. Reino Unido, Alemania, Suecia, Francia y Japón han sido invitados para participar de la RCC por la experiencia en reconstrucción en catástrofes similares.
Como se recuerda, la primera administración de la RCC –durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski– planeó empaquetar la mayor cantidad de obras para licitarlas internacionalmente. Asimismo, más del 50% de las obras estaban a cargo del Gobierno Central, y la ejecución se realizaría mediante los mecanismos Asociación Público Privados (APP) y Obras por Impuestos (OxI). Es decir, se contemplaba la participación y la colaboración de la empresa privada para superar las ineficiencias del Estado.
Lamentablemente el modelo planteado fue cambiado por la administración de Martín Vizcarra, y la mayor parte de las obras fueron entregadas a los gobiernos regionales y municipales. Después de tres años los resultados son devastadores. Los últimos reportes del avance de las obras señalaban no más del 15% del total de las obras. El defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, y el ex ministro del sector Agricultura (Minagri), José Hernández, ya lo habían previsto: las obras demorarían 20 años. Las obras no avanzan pese a que los presupuestos han sido transferidos. Esto sucede por la poca capacidad de gasto de las autoridades locales y regionales. Asimismo, otras obras no se inician por los trámites pendientes: elaboración y calificación de los expediente técnicos de los proyectos.
Para nadie es un secreto la ausencia de capacidad técnica y de gestión de los gobiernos locales y regionales. Los proyectos han sido entregados por las autoridades locales y regionales a empresas de la zona, sin experiencia en elaborar proyectos, como la habilitación de puentes, carreteras, colegios, centros médicos, canales de regadío sistemas de alcantarillado y otros. Los pobladores de 13 regiones afectadas por El Niño costero sufren las consecuencias de las malas decisiones del Gobierno Central. Canales de regadío y terrenos cultivables continúan inhabilitados; las viviendas temporales siguen usándose después de tres años porque las casas ofrecidas por el Gobierno ni siquiera están en cimientos. Por esto, muchos pobladores volvieron a los lugares donde se ubicaban sus viviendas antes de las inundaciones del verano 2016-2017.
Desde este portal advertimos, en numerosas oportunidades, sobre la necesidad de la intervención de la empresa privada en la RCC. El tiempo nos ha dado la razón. No obstante, queda el sabor amargo en los pobladores abandonados a su suerte. Las “coordinaciones” entre la ARCC, los ministros de los sectores involucrados en las obras y los alcaldes y presidentes regionales habrían sido las razones del alejamiento de los anteriores directores ejecutivos de la ARCC. La mala experiencia en la reconstrucción de Pisco, después del terremoto del 2007, no sirvió como lección para hacer lo conveniente. Dejar las obras a las autoridades locales –preocupadas más por la rentabilidad política y por entregar los proyectos a sus allegados– es el mismo error de siempre. El modelo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2019, entonces, representa una interesante alternativa para superar la parálisis en la reconstrucción.
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