Sergio Alva
¿Y ahora qué?
Pasado el Foro de APEC, es momento de enfrentar la ola delincuencial
Durante la larga semana en la que todo el país estuvo metido en el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) y los medios de comunicación tradicionales estaban pendientes de lo que sucedía en este magno evento, la ciudadanía no estuvo en pausa. Al mismo tiempo que se congregaban líderes mundiales en las diferentes reuniones, el país aún se desangraba y ocurrían más y más hechos que demuestran que lo que tanto ostenta el Ministerio del Interior en avances contra la criminalidad no es nada más que un vil cuento para tratar de apaciguar las marchas en contra de la gestión de Dina Boluarte.
Ya terminó la APEC, ya se acabó la visita de los líderes internacionales y ya es momento de que el gobierno de la señora Boluarte (la continuación del de Pedro Castillo) tome la sartén por el mango y trabaje para sacar al país de este hoyo llamado inseguridad ciudadana. Hay que tener presente, señores del gobierno que ya las extorsiones están pasando a segundo plano, ahora hay una ola de secuestros al paso que están afectando a menores de edad y mujeres. Y a las constantes noticias sobre estos sucesos, la administración perulibrista no responde nada, salvo tratar de limpiar al hermanísimo de la presidenta, ahora prófugo de la justicia.
Eso no es todo. Al Ministerio del Interior se le debe pedir resultados verdaderos, y no las mentiras que salen a contar a los medios, como si los peruanos fuéramos ciegos ante todos los hechos criminales que suceden en cada uno de los distritos. Este país se está desangrando, y la gestión de Dina Boluarte, quien fue ministra del golpista Castillo y secretaria de la presunta organización criminal Perú Libre, no está tomando las verdaderas medidas para salvar a la ciudadanía.
El premier Adrianzén resulta que recién se da cuenta de que el gobierno al cual pertenece, no “hace clic” con la población. Esto fue desde un inicio, y todo ha partido desde el momento en el que Dina tomó el poder y se ha dedicado a beneficiarse a sí misma y a sus allegados, más que resolver los verdaderos problemas del Perú y conducirlo al por el sendero correcto.
Es momento de pisar tierra y empezar a trabajar por lo que verdaderamente importa, los peruanos.
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