Eduardo Zapata

¿UN DONALD TRUMP CHOLO?

¿UN DONALD TRUMP CHOLO?
Eduardo Zapata
28 de abril del 2016

Podría surgir si persistimos en lo “políticamente correcto”

Y el tío Donald sigue avanzando. Sus recientes victorias en Connecticut, Delaware, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island ponen de manifiesto el fracaso de los antis supuestamente “principistas”. Contar ya con 927 delegados —de los 1,237 necesarios— lo sitúa ad portas de la nominación republicana para la presidencia.

Decíamos en una nota anterior que: “Para detener a Trump, sus opositores —y el sistema mismo— han tenido que recurrir a la presión internacional. Se ha invocado lo ‘políticamente correcto’ y ‘el qué dirán’ para censurarlo desde fuera”. A la luz de los resultados recientes, de poco parecen haber servido las admoniciones anti Trump provenientes ni más ni menos que del Vaticano o de la cancillería alemana.

“El hecho concreto es que este tío Donald… ha sabido expresar (y apropiarse para sus fines) lo que una enorme masa silente de electores no se atreve a decir. Ha sabido expresar lo que muchos de los que se dicen representantes políticos en los Estados Unidos no se atreven… por candados supuestamente morales y una gran presión mediática de lo ‘políticamente correcto’”. Lo dicho anteriormente formaba parte de la misma nota que titulamos “El tío Donald”. Y la escribimos porque allí donde es fácil pretender descalificaciones morales o acudir a los típicos adjetivos antis, conviene más bien encontrar explicaciones.

El hecho es que el elector norteamericano parece no dejarse subyugar ya por la “corrección política” si esta no sintoniza con soluciones que se perciben como satisfactorias ante las urgencias que siente. Cuando lo políticamente correcto se convierte en hipocresía social, el elector lo percibe y busca una voz clara.

Todo lo anterior debería servirnos de motivo de reflexión de cara al futuro político del Perú. Porque si persistimos en la fácil descalificación del otro sin comprender las razones de sus votantes y si persistimos en arropar a nuestro candidato en lo políticamente correcto (sin más y por simple reacción anti...) estaremos ante la posibilidad del surgimiento de un Donald Trump cholo, de derechas o de izquierdas. Bastará con que el elector sienta que la voz de ese Donald criollo se alza contra la hipocresía social.

Esperemos que quienquiera gane las elecciones en el Perú –y quienquiera las pierda- y, cómo no, también aquellos que no pasaron a la segunda vuelta no reafirmen el terrible vínculo entre lo políticamente correcto y la hipocresía social, por las terribles repercusiones que ello tendría para la democracia.

Eduardo E. Zapata Saldaña

Eduardo Zapata
28 de abril del 2016

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