Manuel Gago
Sin certificado de defunción no hay trámites
Las especulaciones en torno a la muerte de Jaime Chincha

La muerte del periodista Jaime Chincha pone al descubierto una vez más los odios y el escaso entendimiento de cierta gente. Todo comenzó con la noticia propalada por un importante diario. Lanzó la noticia provocando dudas sobre la muerte del periodista. Dijo que “fue encontrado muerto y que las causas son investigadas”. En un primer momento, sin más información, la noticia conmocionó; pero las frases citadas no se correspondían con los hechos reales.
Un comunicado de la Policía Nacional del Perú describe claramente lo sucedido. En resumen, señala que un equipo de homicidios acudió a la vivienda del periodista y constató la existencia de un certificado de defunción emitido por un médico, a pedido de la funeraria y por encargo de la familia del periodista fallecido. Poco después, la Fiscalía dio por concluido el caso. Este hecho fue calificado por algunos periodistas como “irregular” y fue motivo de especulaciones incluso por parte de quienes suponemos, están mejor enterados.
Veamos. La mayoría de las personas mueren en circunstancias parecidas a las del periodista: en su casa, por enfermedad, infarto u otro hecho. Las personas cercanas al occiso, para proceder con el velorio y entierro, deben obtener primero el certificado de defunción firmado por un médico. Nos preguntamos ¿cuántas personas tienen un médico de cabecera o de confianza que acuda inmediatamente después de sucedido el deceso? ¿Cuántas hacen los trámites de manera personal?
Lo cierto es que la mayoría acude a la funeraria y esta, como parte de sus servicios –ataúd, capilla ardiente y demás– se encarga de los trámites. Las funerarias facilitan a los deudos la intervención de un médico, quien emite el certificado de defunción confiando en la versión de los deudos. Obviamente, si las circunstancias de la muerte son dudosas, los familiares o amigos acuden a la Policía y la Fiscalía para las investigaciones correspondientes. Lo mismo puede hacer el médico. En el caso del periodista Jaime Chincha todo hace suponer que las causas del fallecimiento fueron conocidas por sus familiares.
¿Es irregular lo hecho por la funeraria? El certificado de defunción digital le permite al médico “certificar el fallecimiento” sin mayores exigencias. Imagínese usted si el certificado de defunción tuviera que estar acompañado de otros documentos que constaten que el médico conocía al difunto y que era su paciente. Cuando es así, los entierros y las cremaciones se detienen hasta demostrar que la muerte fue como sostienen las personas cercanas al difunto. El vía crucis sería interminable.
Es penoso que tengamos que escribir al respecto. Muchas veces creemos que todos saben lo que debe saberse. Más penoso todavía es que esas personas que ponen en duda el certificado de defunción del periodista Jaime Chincha, y exigen “exhaustivas investigaciones”, harán exactamente lo mismo cuando alguien muera en su domicilio por causa de una enfermedad, de manera natural.
En medio de este desconcierto, asistimos a un país irreconciliable, en el que no hay intentos de extender la mano ni de generar espacios para los acuerdos. Simplemente,Simplemente, la masa desbocada, de uno y otro lado, dice lo que se le ocurre sin poner límites a sus palabras, y sin respetar el dolor de los otros.
COMENTARIOS