Tino Santander

San Isidro se rebela

Ante un “negociazo” de su Municipalidad distrital

San Isidro se rebela
Tino Santander
07 de noviembre del 2017

El sábado 4 de noviembre los pueblos del sur andino rememoraron la gesta independista del gran cacique de Tinta, José Gabriel Condorcanqui, con desfiles cívicos. Conmemoraron cómo miles de hombres y mujeres de los Andes se rebelaron contra la opresión colonial hace ya más de dos siglos, estremeciendo el dominio español en América. Increíblemente, ese mismo día, en la urbanización Orrantia del Mar, del mesocrático distrito de San Isidro (Lima), la junta directiva vecinal del sector convocaba a los residentes a firmar un memorial contra el proyecto de “parque ecológico” que el alcalde Velarde quiere construir prepotentemente, imponiéndose ilegalmente contra la voluntad de los ciudadanos de San Isidro.

La movilización vecinal en contra de la Municipalidad de San Isidro no es obra de los radicales ecologistas, menos de la izquierda chavista, que se opone delirantemente a la inversión privada; al contrario, tiene como protagonistas a los residentes del distrito que se enfrentan a un proyecto que atenta contra la tranquilidad y la seguridad de sus viviendas. Es una rebelión de las clases medias sanisidrinas, como la de muchos pueblos del Perú que se ven amenazados por los negocios privados subsidiados por el Estado.

Los vecinos de San Isidro afirman que es un centro comercial eso que encubiertamente llaman “parque ecológico”, y que pretenden construir en una aérea de 14,000 metros cuadrados; es decir, más cemento y menos árboles, más contaminación ambiental y sonora rompiendo la residencialidad del distrito. No queremos un Centro Comercial —dicen vehementemente— porque, traerá congestión vehicular, desorden, basura e inseguridad al distrito. Además, afirman que ellos pagan impuestos municipales carísimos y no van a tolerar que acaben con su tranquilidad.

Los vecinos señalan que el alcalde Velarde quiere hacer “un negociazo”, y que la Contraloría y el Congreso de la República deben investigar este proyecto inmediatamente, porque le costará mucho dinero al municipio, dinero que saldrá de los bolsillos de los sanisidrinos. También alegan que no han sido consultados, ni han convocados para informarlos del estudio de impacto ambiental y otros inherentes al proyecto.

Incluso los residentes de las calles Esparta, Punta Negra y aledañas dicen: “que con la modificación de zona residencial sus predios perderán valor y Orrantia del Mar se convertirá en una zona invivible porque, por el tránsito, los fines de semana el malecón es insoportable. El serenazgo y la policía no hacen absolutamente nada.

Es más, los vecinos dicen: “El alcalde es una autoridad nefasta para los intereses del distrito, pues ha convertido los parques en escenarios de bulliciosos conciertos que solo atentan contra la tranquilidad y seguridad de todos. Nosotros solo queremos vivir en paz y estamos hartos del caos y la corrupción de los alcaldes”.

Finalmente, los combativos sanisidrinos exigen ampliar el club deportivo con una piscina olímpica, la construcción de una clínica geriátrica, mejorar la infraestructura para los bomberos, una posta de salud, una cuna jardín y evitar el derroche del dinero de los contribuyentes. Los vecinos se preparan para dar una batalla legal y política contra el alcalde Velarde. Ellos han asegurado que el “falso parque ecológico” no pasará, y que la lucha recién empieza.

Tino Santander Joo

Tino Santander
07 de noviembre del 2017

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