Eduardo Zapata

Ritualidades

Reencontrar ritualidad, mito y logos

Ritualidades
Eduardo Zapata
20 de mayo del 2020


El lenguaje suele ser también arbitrario e injusto con la suerte de las palabras. Una vez que estas ingresan al incesante torrente lingüístico, las modas o la simple obsolescencia les arranca de raíz aquella magia con la que fueron algún día creadas.

Pero en puridad, somos nosotros –los hablantes– quienes nos constituimos en arbitrarios e injustos. Los que hacemos la lengua. Porque demasiado a menudo olvidamos que –como nos lo advertía Ortega y Gasset– es con la lengua materna que “penetra la gente dentro de nosotros y se instala allí, haciendo de cada cual un caso de la gente. La lengua materna socializa lo más íntimo de nuestro ser y merced a ello todo individuo pertenece, en el sentido más fuerte del término a una sociedad. Podrá huir de la sociedad en que nació y fue educado, pero en su fuga la sociedad le acompaña inexorablemente porque la lleva dentro”.

Y una de esas palabras es el término ritualidad; vaciado del animismo que le dio origen y aun reducido a simpleza, intrascendencia, hecho baladí. Con demasiada frecuencia decimos que es ´solo un ritual´ afirmar cosas, en el origen profundas. De donde ´El Estado-nación es una ritualidad´ o que la ´vida misma´ es una ritualidad.

Y me detengo en la palabra ritualidad precisamente. Porque la hemos devaluado como factor de ordenamiento social. Sometido a la inflación lingüística.

Miraba en el FB el recuerdo de una fotografía del matrimonio de una ex alumna antigua. Digo su nombre porque le pedí permiso para reproducir la imagen. Ella se llama María José Ampuero. El permiso de reproducción fue denegado, pues le daba ´roche´ a ella que su bello y radiante rostro se reprodujese es un portal con amplia circulación como este. Pero tuvo la cariñosa gentileza de enviarme la foto que acompaña esta nota.

La imagen capta una escena de su matrimonio. La iglesia es el Monasterio El Carmen, uno de los más antiguos de Trujillo; de 1579 y convento de clausura. Delante de él, ella y su esposo Jano se funden en un abrazo ritual.

Fue Mircea Eliade quien nos recordó la importancia de la palabra mito. Pues encierra un sustrato ontológico indispensable para entender nuestro ´aquí y ahora´ y la visión del mundo que tiene un grupo humano.

Pues bien. Esos mitos son parte constitutiva de aquella lengua materna –la vida toda– a la que aludía Ortega. Que reactualizamos con las ritualidades vueltas a poner en valor ahora en tiempos de electronalidad.

El rito no es, pues, obsolescencia. Es el reencuentro/desencuentro con el mito, y este con el poder de la razón para explicar nuestras vidas como individuos y grupos.

Ante situaciones difíciles como las que vivimos tal vez sea importante recuperar algunas ritualidades perdidas para garantizar la convivencia civilizada. Pues las ritualidades nos presentizan quiénes somos o quiénes deberíamos ser a la luz de los mitos de vida a los que nos remiten. Respetar, saludar, ser puntual, valorar al anciano… amar.

Reencontrar ritualidad, mito y logos nos puede dar una nueva forma de ver los acontecimientos de hoy. Volver a nosotros.

Eduardo Zapata
20 de mayo del 2020

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