Raúl Mendoza Cánepa

Reinvéntate

La más grande habilidad no es la resiliencia, es la imaginación

Reinvéntate
Raúl Mendoza Cánepa
26 de julio del 2020


Quizás sea una fortuna que pocos comparten, la de tener un empleo. Buscarte la vida como millones de peruanos, que lo han perdido todo por la pandemia, debe ser un infierno; uno en el que debes buscar el pan y hacerlo eludiendo a un virus que no sabes cómo hará para emboscarte. 

Hace varios años trabajaba en un diario importante. Era la cuadratura de la felicidad, pero en el Perú nada es más condenable que la felicidad. Debes habituarte, atornillarte abajo, no moverte, no destacar, guardar perfil bajo. Tratando de salvarme de la “desvinculación” (término de moda), recurrí a varias instancias dentro, una de ellas pronunció una palabra que solo había leído en los libros de gestión empresarial: “reinvéntate”. Hoy que quebró un tradicional Café de Miraflores, tan histórico como la bajada Balta, vuelvo a esa palabra que, paradójicamente, el diario se vio forzado a usar para sí mismo poco tiempo después.

Y como vieron, no es fácil; más si se busca posibilidades anclado en ideas limitantes: “hacer lo que he estado haciendo, pero en otro lugar”, “ver mis títulos y no mis habilidades blandas”, “aventurarme en algo similar”, “pensar siempre igual”. Observé gente que a los cuarenta se atrevía a reiniciar la vida universitaria y a estudiar una carrera diferente a la que estudió, un ejemplo de salirse de la caja. Hacerlo todo de nuevo, pero diferente, volver atrás para seguir distinto. En la vida existen dos fuerzas vitales que son anclas y motores. ¿Cuál te prevalece? Thinking outside the box o pensar fuera de la caja, de manera diferente, creativa, valiente, hacia adelante. De eso se trata: ser motor, “reinventarse”; sí, pero no hay reinvención sin un severo reseteo.

¿Cuánto estás dispuesto a deshacer y luego hacer para reinventarte? Cuando en 2015 caminaba a solas tanteando cómo salvarme del naufragio, hice lo que todos hacen: dar de cabezas contra la pared, deseando recuperar el puesto, anhelando volver, centrado en lo que fue. Leer ciertos libros volteó mis ojos a la vida radical. “Vive como si aquello nuevo que quieres ya fuera verdad, solo así vendrá”, pero deja lo demás atrás.

El escenario post 2020 parece un desierto. Salir a las calles y darse de cara con miles de personas buscándoselas en un mundo limitado y temeroso, sin los cines, restaurantes, cafés que solías ver, te hará sentir extraviado; pero no estás solo: estás tú, el sentimiento de tu deseo cumplido, tu imaginación creadora y tu espíritu abierto a la novedad. De allí que en los tiempos libres de esta pandemia, un curso internacional de coach de vida, un curso de dirección en Stanford, la adquisición de una habilidad específica y la invitación de un partido germinal con metas de mediano plazo que promete y no te cierra, sacudieron un universo que en 2015 se veía como de ralas probabilidades, pese a su menor incidencia de peligro. 

En toda crisis hay una oportunidad, sabiduría china. La más grande habilidad no es la resiliencia, es la imaginación. Imagination in money. “Reinvéntate”. Muchos odian la palabreja como yo la odié alguna vez; pero es mejor usarla temprano que tarde. Nunca es tarde. Siempre hay camino.

Raúl Mendoza Cánepa
26 de julio del 2020

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