Martín Taype
Pesimismo entre los consumidores
Según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por GFK

Como es de conocimiento general, la mayoría de las economías de los países —en vías de desarrollo y desarrollados— se forma con los bienes y servicios que se venden internamente en los países. Y la mayoría del comercio de estos bienes y servicios se origina en los gastos de los consumidores: si estos piensan que la economía va bien, adquieren más bienes y servicios. Cuando aumenta la confianza del consumidor, suben también las inversiones. Y esta subida crea empleos y contribuye positivamente al crecimiento económico.
Para efectos prácticos de lo expuesto, veamos el caso actual de las expectativas de confianza de los consumidores, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por GFK, publicado recientemente por el diario Gestión. La confianza del consumidor peruano alcanzó los 92 puntos en el pasado mes de junio del año en curso (menos de 100 puntos se considera pesimista).
En Lima la confianza alcanzó los 94 puntos, el índice más bajo desde octubre del año pasado; y en el interior del país la situación es más desalentadora. En junio, el ICC en las provincias alcanzó los 92 puntos, ubicándose por más de once meses en zona negativa. La confianza del consumidor en todas las zonas del país se encuentran por debajo de los 100 puntos: en el norte alcanzó 88 puntos; en el sur, 90 puntos; en el centro, 95 puntos; y en el oriente, 99 puntos.
La confianza entre los más jóvenes, de 18 a 24 años de edad, se mantiene optimista con 101 puntos. Por el contrario, los consumidores de más edad, se ubicaron en zona negativa, y los de 25 a 39 años alcanzaron los 94 puntos, Los de 40 años a más son los más pesimistas con 87 puntos.
En base a los resultados del estudio realizado por GFK, podemos apreciar que se agudiza el pesimismo de los consumidores en nuestro país, algo que revela la pérdida de confianza en nuestra economía. Recordemos que la subida de consumo impacta positivamente en el crecimiento económico. De continuar esta tendencia, las expectativas de crecimiento para este año continuarán a la baja.
Esta agudización del pesimismo de los consumidores en nuestro país se debe a la percepción de los ciudadanos de que, a pesar de las buenas intenciones, aún no se están logrando avances relevantes en la lucha contra los tres grandes problemas de nuestro país: la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas.
En tal sentido, mientras la ciudadanía no perciba que el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial, en el ámbito de sus competencias, enfrentan con firmeza, transparencia y adecuadas estrategias los tres problemas indicados, no se podrá influir positivamente en la confianza de los consumidores e inversionistas en el corto, mediano y largo plazo. Los peruanos deseamos que los índices de crecimiento económico mejoren año a año, por ello queremos un Gobierno que brinde una solución objetiva, real y sostenible en el tiempo a los citados problemas, que tome las acciones que correspondan, y que para ello tenga en consideración el desenvolvimiento del inestable entorno económico y geopolítico externo.
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