Arturo Valverde

Ni derecha ni izquierda

El Apra, un movimiento creado hace más de 90 años

Ni derecha ni izquierda
Arturo Valverde
21 de marzo del 2019

 

Hace tiempo que no me preocupaba cómo lo hago ahora por mí y por las ideas que defiendo. Me canso de escuchar que el mundo —el Perú incluido— está dividido en izquierda y derecha. Los hombres mayores, de los cuales yo aprendí, me dijeron que había una vertiente que no era ni derecha ni izquierda, que nosotros éramos el fiel de la balanza entre esos dos extremos. Estoy hablando del aprismo. Un movimiento creado hace más de 90 años y que empezó haciéndose cargo de los problemas de un Perú que no tenía oportunidades. En aquella época no se hablaba de derecha ni izquierda, por lo cual el Apra, cuando insurgió, era un frente de trabajadores manuales e intelectuales. En resumidas cuentas, toda la nación.

Víctor Raúl Hay de la Torre, hombre al cual yo admiro sin haberlo conocido (porque él falleció antes que yo naciera), esbozó una tesis filosófica de la cual se hizo una doctrina: el espacio-tiempo histórico. Él se atrevió a decir, en pocas palabras, que las cosas no eran iguales en China y en Perú, que no es lo mismo Rusia que Chile, ni Estados Unidos igual que la Patagonia. Y eso es la geografía, porque en la geografía del mundo las cosas cambian de lugar a lugar. Y también en el tiempo, que es lo que nosotros conocemos, por nuestros estudios de colegio, como la historia, el tiempo histórico. Las cosas cambian de generación en generación.

A mi abuelo, Manuel Valverde, que ahora tendría más de cien años, le tocó vivir una realidad distinta a sus 20 años: sin carreteras, sin cocinas a gas, sin luz, se movía a pie. Cien años después yo puedo ver cohetes a la Luna, el mundo está rodeado de satélites, tenemos computadoras que nos ponen en China al minuto. Así, los problemas de mi abuelo eran un tipo de problemas que tenían que ver, de repente, con la cuestión alimentaria, conseguir un trabajo o dónde estudiar (había pocas universidades). Hoy, nosotros podemos darnos el lujo de ser profesionales, podemos darnos el lujo de crear nuestro propio trabajo. Es otra realidad.

 Yo que me voy haciendo hombre, yo que ahora cuento con 35 años, veo que el Apra, por esas cosas que tienen las ideas y la vida, está hoy tan vigente como hace 90 años. Pero hay algo que no me explico: cómo los enemigos del Apra, que no han podido destruirlo en 90 años, han logrado con el tiempo ir minándolo; mientras los apristas nos hemos descuidado de nuestra tarea, que es leer para entender qué ocurre y encontrar soluciones comunes.

Ellos se han dedicado a despotricar contra nosotros y han llegado hasta el extremo de que su prensa adicta se ha dado el lujo de publicar que el 93% del Perú odia al líder del Apra. Yo quisiera saber si los peruanos de hoy saben qué es aprismo. Yo quisiera saber por qué en las bibliotecas públicas del Perú hay muchísimos libros de comunistas, pero no hay apristas. Hay ensayos de economía, que se supone que es el campo de la derecha, pero no hay aprismo.

Hago estas reflexiones porque de repente es incómodo para muchos decir “soy aprista”. Yo les digo a todos los compañeros, en todo el país, que sí existimos apristas. Soñamos con un mundo mejor, un país mejor, una nación unida, lectora, que entienda los problemas del Perú. Yo creo que deberíamos volver a recuperar ese sueño.

Las pruebas de nuestro ejercicio público se ven en el último rincón del Perú. De todas las cosas hechas en mi país, yo creo que el mayor porcentaje ha sido hecho por apristas. Apristas anónimos a los que solamente los empuja algo que me decía un viejo: “la tarea cumplida”, que era el homenaje más grande al aprismo.

Lean, lean bastante. Averigüen qué es el Apra, averigüen cómo se hizo el aprismo, averigüen quiénes han sido los apristas, y se van a dar con sorpresas grandes. Los mejores, durante mucho tiempo en nuestro país, vistieron la camiseta aprista. El Apra es como Alianza Lima: podríamos bajar a segunda, pero nuestra hinchada sigue siendo la misma. Podemos estar desanimados, pero seguimos siendo aliancistas. Así somos los apristas.

 

Arturo Valverde
21 de marzo del 2019

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