Manuel Puig: adelantado a su tiempo

A 25 años de la muerte del notable novelista argentino

Hace unos días, el 22 de julio, se recordó el 25 aniversario de la muerte del escritor argentino Manuel Puig, autor de novelas tan importantes como La traición de Rita Hayworth y El beso de la mujer araña. En su obra Puig unió la literatura con la cultura de masas (telenovelas, cómics, cine) y el interés por los grupos minoritarios, entre otros elementos propios de lo que después sería conocido como la “condición posmoderna”. Acaso por eso, sus compañeros de generación, nada menos que los escritores del boom (García Márquez, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, etc.) no pudieron entenderlo. Es conocida la historia de que Vargas Llosa, como jurado de un importante premio literario, se negó a declarar ganador a Puig, llamándolo “…ese argentino que escribe como Corín Tellado”.

Juan Manuel Puig nació el 28 de diciembre de 1932 en el pueblo de General Villegas, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). Perteneció a una familia de clase media y desde muy pequeño Manuel acompañó a sus padres a ver todo tipo de películas. Pronto se hizo de una muy amplia cultura cinematográfica, especialmente relacionada con las grandes divas de los años cuarenta. En 1946 se mudó a la ciudad de Buenos Aires, para culminar su educación escolar e iniciar la universitaria: Filosofía y Letras en la UBA. Paralelamente hizo estudios de cine, que le sirvieron para viajar a Roma en 1956, becado para estudiar en el Centro Sperimentale di Cinematografia. Pronto comenzó a desempeñar diversos trabajos relacionados con el cine, especialmente como guionista.

De uno de esos guiones surgiría su primera novela, La traición de Rita Hayworth (1968), un relato ambientado en su ciudad natal, llamada en la ficción “Coronel Vallejos”. Lo que más llama la atención en este relato es el uso de recursos cinematográficos (montajes, travellings, cambios de puntos de vista, etc.); pero no “adaptados” a la narrativa literaria (como hacían los ya mencionados autores del boom), sino de la manera más simple y directa. A eso se sumaba el énfasis en lo melodramático, bastante cercano al universo “sentimental” de las telenovelas y las “novelas rosas”, y la apelación constante a la nueva cultura de masas. Esta propuesta se hace más evidente en su siguientes novelas, Boquitas pintadas (1969) y The Buenos Aires affair (1973), y alcanza su mejor expresión con El beso de la mujer araña (1976), posteriormente adaptada al cine (1985) y al teatro.

Amenazado por grupos paramilitares en su país, Puig vivió en el exilio desde los años setenta. Dictó cursos de escritura creativa en la Universidad de Columbia, al tiempo que escribía la novela Pubis angelical (1979). Posteriormente, trabajó como guionista en Brasil, desde donde publicó sus tres últimas novelas: Maldición eterna a quien escriba estas páginas (1981), Sangre de amor correspondido (1982) y Cae la noche tropical (1987). Además fue autor del libro de relatos Los ojos de Greta Garbo (1993), cuatro obras teatrales e innumerables guiones cinematográficos. Una obra literaria con la que Vargas Llosa llegó a reconciliarse y que consideró como “una de las más originales de los últimos años del siglo XX”. Manuel Puig murió de un ataque cardíaco en México, en julio de 1990, justo cuando sus propuestas literarias netamente posmodernas se ponían “de moda” en todo el mundo.