Raúl Mendoza Cánepa

Los partidos y el Titanic

La falta de cohesión en el Congreso Y la rala unidad de la oposición

Los partidos y el Titanic
Raúl Mendoza Cánepa
07 de febrero del 2022


Mientras los partidos de derecha o de centro pierden el tiempo en hablar más que en hacer, y los progresistas se interesan solo en la caída de un primer ministro que solo sangra en el ojo del feminismo, el Perú se dirige donde Vladimir Cerrón quiere. Al final la cojudignidad nos ha tomado a todos como un virus que corre desde el centro hacia la derecha. 

Si la derecha se levanta en las calles, los progres se hacen de lado. El “No a Keiko” suena ya a la melodía del Titanic. Mientras los progres salen a las calles, la derecha se empeña en que no marcha con cojudignos. Para los progres no se trata de que se vaya Pedro Castillo, sino que cuente con sus alfiles izquierdosos en el Gabinete. Para la derecha se trata de que se vaya Castillo, pero no sabe cómo ni intenta cómo y ya sus rabias suenan a letanía. Poco importa si María del Carmen Alva dice, muy segura, que el comunismo no pasará. Pasará, sí que pasará y a camino lento porque nadie hace nada. Somos Perú y los morados son el fiel de la balanza, pero a lo que hacen, mejor fuera que no hubieran llegado a ningún escaño. César Acuña pierde el tiempo y nos hace perder el tiempo sin llegar a una determinación. ¡Podemos Perú se embarca en proyectos que no ven más allá, ciegos a los que se nos viene si es que todos (incluyendo a la plana completa de Acción Popular) no cambian las reglas de la votación de la vacancia en el Reglamento del Congreso, reduciendo el número de votos, inhabilitando a la Vice y vacando al que gobierna…pero nada y, Ay! ¡El Perú siguió muriendo!

Mientras Cerrón sonríe complaciente simulando que Castillo tiene una agenda propia (sin contenido, pero agenda al fin), el Perú va hacia el iceberg porque nadie repara que el tema central no es la composición del Gabinete ni las limitaciones de Castillo ni las aparentes (solo aparentes) puyas de Bellido y Bermejo, sencillamente el Perú va al garete, se va directo al hielo, subraye, directo al Iceberg. No crea que porque cambia de habitación en el Titanic cambió de barco, usted está a punto de estrellarse.

Bien que el Tribunal Constitucional niegue la opción de que el Gobierno pida confianza por lo que no le corresponde, pero no resuelve el problema, no basta. ¿Cuál es el problema? La falta de cohesión en el Congreso, la rala unidad de la oposición, los intereses personales por sobre los del país, la obstrucción que representa el “centro” para desviar el Titanic y ponerlo a salvo. O somos todos o somos ninguno, porque el comunismo y su ideal totalitario no se las ve bien con nadie, ni con la derecha ni con la izquierda moderada. Si no, acuérdense de Stalin.

Raúl Mendoza Cánepa
07 de febrero del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

La gente está harta

Columnas

La gente está harta

Las encuestas son fotografías: capturan un instante, pero no ga...

03 de febrero
Trump, mi wayki, mi hermano

Columnas

Trump, mi wayki, mi hermano

En 1823, James Monroe, ante el congreso americano sentenció: &l...

27 de enero
Ese otro en ti

Columnas

Ese otro en ti

La política, decía Aristóteles, es la más ...

20 de enero

COMENTARIOS