Jorge Varela
Los oportunistas siempre están en primera línea
Cómo opera el cinismo en la política

Cuando el Frente Amplio chileno se solazó con los hechos violentos que ocurrían en octubre de 2019 y se aferró al caos, logró detener una inminente descomposición orgánica endógena gracias al oportunismo de sus jerarcas y a sus contradicciones; evitando estallar en fracciones irreconciliables y volar por el aire hasta diseminarse; aunque sabido es que varios de sus dirigentes se han habituado a flotar entre las nubes y el humo de las fumarolas. Quizás es mejor que haya sido así, pues en los últimos 4 años se ha podido constatar todas las falencias e incompetencias de este grupo de élite oportunista, al que le cuesta conciliar la actividad política con la inteligencia.
Estos jóvenes invictos quisieron jugar a los bandidos, pero los tiros de esa violencia octubrista han comenzado a devolverse en contra de ellos. El mismo presidente Boric aludió, siendo diputado, al fenómeno de lo que denominara como “barrismo social y comunitario”. No fueron los únicos. También sus tíos y padrinos políticos pertenecientes a colectividades cuyo rol fue el de otorgarles licencia y protección, merodearon por terrenos contiguos. Personajes públicos aún activos de generaciones anteriores, pusieron fichas en dicho experimento desastroso, incluso se propuso utilizar una retroexcavadora; hasta el momento no han recuperado el monto de su apuesta ingrávida.
A la vanguardia del vandalismo
En esa aventura hubo otros acompañantes, El articulista Sergio Muñoz Riveros acaba de preguntar: si acaso, “¿es dable pensar que las organizaciones criminales actuaron aquella vez como la vanguardia de un alzamiento?”. A su juicio “suena extraño, pero no lo es tanto… los partidos que hoy gobiernan no dudaron en echar leña al fuego, movidos por la idea de que todo era válido contra un gobierno de derecha”.
A la altura de los trágicos sucesos que tenían lugar en las calles, la idea de derrocar al presidente Piñera era un primer objetivo relativamente fácil de lograr: era la consumación previa para acceder al poder, sepultar al neoliberalismo y construir el paraíso neomarxista. No olvidemos que en el curso de la primera quincena de noviembre de 2019 Santiago y otras ciudades del país eran tierra incendiada y arrasada por vándalos y saqueadores encapuchados; tampoco olvidemos la legitimación de la violencia que hiciera el sacerdote Mariano Puga: “el pueblo tiene derecho a destruirlo todo”.
El cinismo de la violencia
“La violencia alberga en sí misma un elemento añadido de arbitrariedad”, como señalara Hannah Arendt. Por eso pensamos que ninguna violenta y maldita primavera puede justificar nada, ni fines superiores, ni contravalores, mucho menos su apología. Esto tiene un nombre: se llama cinismo. La idea-nuclear en torno a la cual se razona, hay que decirlo, es la del poder. Quizás después de leer a Hannah Arendt se entenderá mejor que “la violencia no es más que la manifestación más flagrante del poder” (“Sobre la violencia”)
De esta violencia podría dar testimonio, si volviera a vivir, el abogado jacobino Maximilien de Robespierre, victimario y víctima a la vez de sus propias monstruosidades. Habrá pues, que estar atentos a las próximas inspiraciones e ideas de estos discípulos tardíos. El poder es demasiado seductor.
Mantener vivo el proyecto siniestro
Ante la carencia de líderes auténticos han proliferado los brujos tribales que están trabajando por el rebrote de otra revuelta furiosa, como caracoles bajo la sombra protectora de una academia de izquierda, oscura y arrogante. Es lo siniestro que resiste a la razón y permanece en la mente de muchos. Basta oír a algunos analistas que ya anuncian la ‘mala nueva’ para que después no se diga que fueron incapaces de presagiar el futuro.
Ya en enero de 2023 el historiador marxista Gabriel Salazar había proclamado que “cualquier nueva explosión de la calle puede volver a ser un 18 de octubre, o una huelga nacional”. “Puede pasar cualquier cosa”.
La duda legítima que nos inquieta es: ¿estamos ante un vaticinio o es acaso la expresión de un deseo auténtico? Para ser precisos señalemos que el jerarca comunista Manuel Riesco calificó al viernes 18 de octubre de 2019 como ‘insurrección social’. ¿Es lo que vaticina Salazar?
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