Jorge Varela

José Antonio Kast en terreno abrupto

Chile necesita paz, orden y crecimiento económico

José Antonio Kast en terreno abrupto
Jorge Varela
09 de diciembre del 2025

 

Hay una pregunta que muchos formulan en conversaciones con amigos o se plantean en el silencio de sus reflexiones personales, que debiera merecer un análisis serio, -desapasionado, exento de sesgos-, al margen de fanatismos tendenciosos, antes de emitir una respuesta fundada: ¿quién es José Antonio Kast?

 

Un hombre con horizonte 

El ‘rucio de Paine’ proyecta la imagen de hombre reposado, tranquilo, imperturbable, a pesar del intento cizañero de numerosos adversarios de izquierda y derecha para sacarle de su eje rector y de su habitual parsimonia, para demoler esa forma de pensar coherente que inquieta a algunos o produce reacciones odiosas en otros. Parece un personaje frío, como si hubiera sido engendrado y parido en la Antártica, pero no lo es. José Antonio tiene algo esencial que escasea en nuestros políticos: sabe dónde quiere ir, tiene claro el horizonte y no titubea, ni se echa a morir a la primera, ni se da volteretas como ese en el que usted está pensando. Quizá por esto, le temen y le denigran con saña, -furiosos-, como si vieran al jefe de los demonios, al fascista todopoderoso, al monje supremo de la derecha ortodoxa. 

 

El orden como equilibrio 

Kast es un ser ordenado, es una persona de orden. Según el fallecido filósofo Jorge Millas, “el concepto de orden es complejo”. “El orden viene a ser la condición de equilibrio que una pluralidad de centros de acción encuentra para que todos puedan concurrentemente integrarse” “Siempre el orden es una solución a un problema de armonía”: (“La lucha por la libertad”, entrevista a Millas en revista ”Hoy”, 8 al 15 de abril de 1980)

En una etapa difícil para el país, cuando el vacío de ideas y valores permite el ataque de virus ideológicos provenientes de cualquier origen y muchos de los problemas concretos exceden el ámbito estrictamente material, pues se está a merced de percances peligrosos y la inseguridad se ha incrustado en la vida de todos, se requiere alguien que esté dotado de fortaleza y carácter para discernir y aplicar principios, estrategias, políticas y proyectos racionales. Esto no es autoritarismo, esto es orden. 

A Chile le urge un clima de concordia, de armonía y paz que ponga término al desencuentro, a la polarización, a la odiosidad que se introdujo por las brechas de la convivencia y los orificios del poder.

La unidad nacional supone compartir unidad de propósitos, de aspiraciones, de intereses comunes. Algo que no parece posible, mientras los principales responsables de conducir el país identifiquen los intereses nacionales con sus propias convicciones ideológicas o con sus intereses particulares.

Aquí radica la gran diferencia entre desarrollo libre con orden y seguridad para todos, -no solo para los miembros del comité central, los camaradas y los aliados de ruta sumisos y circunstanciales-, o progresismo revoltoso, corrupto, caótico y sectario. 

 

Kast: ¿un populista autoritario?

El populismo, el autoritarismo y la corrupción, son productos exclusivos del fenómeno extendido de descomposición democrática que afecta a diferentes países del planeta. Es así que Parlamentos y órganos del Estado se han convertido en resumidero de personajes-espejo, decadentes y de mal aspecto moral, indicio de que en su interior se reproducen cuestiones malolientes, signo ambiental de putrefacción de la democracia.

Por lo que se conoce, José Antonio cuenta con ventaja en este sentido, no obstante haber sido diputado durante cuatro períodos continuos. 

En su caso ocurrió que mientras caminaba por la vía sin pavimentar de la política áspera y estrecha -a veces, carente de señales éticas claras-, se percató en 2016 que debía dar un sentido e impulso diferente a su marcha individual. Fue el año en que decidió abandonar a la Unión Demócrata Independiente (UDI) y crear el Partido Republicano (PRep).

Kast no es el único chileno que se ha atrevido a levantar una bandera en medio de la confusión. Nuestra historia está plagada de convulsiones, conflictos y enfrentamientos severos entre grupos políticos y sociales. Antes que él diversos personajes de fuste amaron la República, como Diego Portales, Arturo Prat, Enrique Mac-Iver, Malaquías Concha, Benjamín Vicuña Mackenna, Arturo Alessandri, Carlos Ibáñez, Carlos Dávila, Eduardo Frei Montalva, Ricardo Lagos, entre muchos, y también tuvieron ese coraje de querer que Chile sea ‘la estrella que se levanta’ luminosa, según expresara Rubén Darío (poema “A Roosevelt”, 1904)

Un líder verdadero debe identificar su vida con una causa. “Tiene que tener conciencia de estar desempeñando un papel histórico... Debe tener seguridad del camino que hay que seguir y hacerse responsable de las consecuencias del camino por donde lleva a otros”(Jorge Millas, entrevista en revista “Cosas”, 31 de julio de 1980).

 

Un creyente sujeto a desafíos

Sabemos que al hablar de ‘república’ se ha definido también por una patria libre, por un Estado al servicio de las personas, porque como dijera León XIII: “más antiguo que el Estado es el hombre” (encíclica “Rerum Novarum”).

Al centrarse en la persona –hombre o mujer– que tiene carencias, que sufre de falta de empleo, de mala atención sanitaria, que no sabe si llegará viva a su casa, Kast ha dado en el clavo al anunciar que para dar solución prioritaria a estos problemas esenciales, su ‘gobierno será de emergencia’. Lo que revela que es un candidato racional, idóneo, que ha optado por actuar de manera realista, sin ideologías distorsionadas que obstaculicen el cumplimiento de la tarea dirigida a lograr el bien común de todos.. 

José Antonio Kast es un católico confeso sometido a las contingencias de un mundo zarandeado por ideologías fundamentalistas, integristas, materialistas, totalitarias, sectarias, nihilistas. Un mundo que oscila entre el ser y la nada. En este sentido, es y será válido formularle preguntas cuando esté en terreno, además de requerirle que cumpla cabalmente su programa inspirado en principios emanados de la doctrina cristiana. Por sus convicciones y propuestas le conoceréis mejor y mañana durante el trayecto de su compleja y dura misión le podréis demandar, si defeccionare o se desviare de las mismas. ¡Estaremos atentos y ansiosos!

Jorge Varela
09 de diciembre del 2025

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