Tino Santander
Los enemigos de la economía de mercado
La burbuja del “Perú oficial”, limeño, centralista y oligárquico
¿Quiénes son los enemigos de la economía de mercado en el Perú? Me lo he preguntado a raíz de las opiniones de economistas e intelectuales, neoliberales y de izquierda, que hegemonizan el debate en los medios de comunicación comprometidos con el gobierno. Ambos grupos, los izquierdistas y los neoliberales, dicen defender la economía de mercado, pero en realidad buscan proteger intereses empresariales o atenuar discursos ideológicos trasnochados para evitar el estigma de “chavista hambreador”.
Para ambos sectores la economía de mercado es un dogma. Para los neoliberales es el dios de la riqueza y la prosperidad; para las izquierdas, el demonio que destruye el planeta y fomenta la pobreza generalizada. Su dogmatismo les impide ver que la economía de mercado es un sistema que se debe usar con inteligencia a favor de la gente, como lo hacen las naciones más desarrolladas.
La clase política ha creado un sistema jurídico que dice defender la economía de mercado; pero no es verdad, porque lo que tenemos es una hiperlegislación politizada y excluyente, que impide el desarrollo económico y social de los peruanos. Neoliberales e izquierdistas han institucionalizado el pedir y exigir derechos, no tener obligaciones, y la moral de la piedad y la miseria. No ven ni entienden el potencial creativo de la inmensa mayoría, que los rechaza porque los percibe excluyentes. Los neoliberales –través de los gremios empresariales, medios de comunicación y partidos– en nombre de la libertad económica imponen sus intereses, a través de la ley.
Los izquierdistas exigen derechos sociales sin producir y sin desarrollar la economía ni los recursos suficientes para sustentar sus utopías igualitarias. Ambos sectores pertenecen a la burbuja del Perú oficial, limeño, centralista, oligárquico y excluyente, que está al margen de la inmensa mayoría, que los ignora. Estos grupos dominantes se han convertido en los verdaderos enemigos del mercado y de la gente que trabaja libremente, hace más de un siglo, para subsistir; y en algunos casos creando verdadera riqueza por su cuenta.
La inmensa mayoría ha creado una economía de mercado que se desarrolla en el contrabando, narcotráfico, tala ilegal, minería y comercio, y que ha armonizado sus intereses con los del Perú oficial. Por ejemplo, todo el sistema financiero está instalado en Juliaca, capital del contrabando, la minería informal y el narcotráfico; en la Amazonia el narcotráfico y el contrabando de combustible conviven con las gloriosas Fuerzas Armadas y el Estado en todas sus instancias. Millones de ciudadanos conviven con el crimen organizado en todas sus formas y bajo el imperio de la violencia.
Los peruanos han creado un capitalismo popular, cuya característica es la informalidad y que articula de manera desigual la producción y la comercialización de alimentos, bienes y servicios. La inmensa mayoría está endeudada y sufre los intereses usureros del sistema financiero. El Gobierno, el Congreso, la banca, las cajas municipales y los monopolios empresariales no ven, o no quieren ver, el gran conflicto social que se avecina con los sectores populares emergentes.
Los neoliberales e izquierdistas no saben que la inmensa mayoría no subsiste sin la economía de mercado, por eso desprecian a las autoridades fascistas que golpean y maltratan a los humildes ambulantes de todo el país. Ahora ya sabemos quiénes son los verdaderos enemigos de la economía de mercado en el Perú.
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