Giancarlo Peralta
López Aliaga y el reto de la pobreza
Su gestión municipal ya cuenta con la aprobación del 48% de la ciudadanía

La plataforma que le brinda a Rafael López Aliaga ser alcalde de la principal municipalidad del país ¿le será suficiente para llegar a la presidencia el 2026? Esa es la gran incógnita desde las posiciones más progresistas a favor del libre mercado como una herramienta que permite producir más y mejor, además de satisfacer la demanda de un mayor número de personas. Lo que los movimientos retrógrados de izquierda denomina inclusión, pero que en casi 20 años de gobierno nunca concretaron.
López Aliaga suele comunicar desde su posición de creyente el amor al prójimo a través del servicio que, en su caso es el ejercicio de la política a través de un cargo público. La oposición a su avance proviene precisamente de esa izquierda que no quiere un cambio estructural a favor de los más pobres, porque –como dijo el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO)–, si los pobres pierden esa condición optan por la derecha. En otras palabras, a los pobres hay que mantenerlos pobres porque ellos son el bolsón electoral de la izquierda, ya sea que se presenten bajo el membrete de nacionalistas u otros.
López Aliaga, al proporcionar agua a los pobladores más pobres de Lima Este los está liberando de esta condición, porque las horas que les demandaba acarrear agua desde las zonas bajas hasta sus viviendas se han reducido significativamente, y ahora pueden dedicarlas a otras actividades productivas, las que les generan más ingresos, incrementan su consumo y su calidad de vida mejora significativamente.
Recordemos que cuando Alfonso Barrantes Lingán ganó la alcaldía de Lima (1984-1986, entonces el período era de tres años), liderando a la agrupación Izquierda Unida, ofreció un vaso de leche para que los niños de los sectores más pobres de la ciudad fueran a la escuela con algún alimento. Barrantes atendió una carencia que fue bien valorada por la ciudadanía capitalina.
Barrantes empatizó con la población más pobre de Lima, por eso los movimientos terroristas (Sendero Luminoso y el MRTA) lo amenazaron reiteradamente. El alcalde socialista les estaba mermando su base social, lo acusaron de ser funcional al sistema, en consecuencia, un “enemigo de la revolución que debía ser ejecutado”. Afortunadamente, la subversión no pudo cumplir su objetivo, a diferencia del cruel asesinato que perpetraron en contra de María Elena Moyano, lideresa popular de Villa El Salvador en 1992.
López Aliaga al manifestar y cumplir con no pagar consultorías inútiles ni pagar a los medios de comunicación para que cumplan con su labor de comunicar a la ciudadanía, es sometido al silencio informativo sobre las obras que está ejecutando, como la vía expresa sur, la Av. Ramiro Prialé. También se bloquea la puesta en marcha del tren de Lima que unirá Chosica con el Callao. El objetivo es que la población de Lima Sur y Este sigan padeciendo en el enmarañado tráfico de la ciudad. La estrategia es que la población siga indignada para que las posiciones más conservadoras de izquierda sigan aupadas al poder, haciendo un uso indiscriminado de los recursos del Estado a su favor.
La gestión municipal de Lima Metropolitana ya cuenta con la aprobación del 48% de la ciudadanía. Los estrategas de la izquierda afirman que la intención de voto a su favor se incrementarán paulatinamente, por lo que ahora le queda dos caminos: 1) Alentar –otra vez– una falsa disputa entre limeños y provincianos, como lo hizo el golpista Pedro Castillo y 2) La solución final al estilo de Miguel Uribe Turbay.
Quienes ejercen el poder no están combatiendo efectivamente a la criminalidad, que tiene diferentes manifestaciones para agenciarse más dinero ilícito: el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas y demás males extraídos de la caja de Pandora. Pero como dice el mito griego, aún en el envase de Pandora se encuentra la esperanza, y todo indica que, si López Aliaga logra colocar personeros en las más de 46,000 mesas de votación a nivel nacional, más las provenientes de los peruanos que residen en el exterior, el 28 de julio lucirá la banda presidencial. Y América Latina habrá consolidado un giro hacia el crecimiento sostenido y la mejora de la calidad de vida de sus pobladores.
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