Giancarlo Peralta

La mentira como ejercicio de la política

Es una práctica de las izquierdas distorsionar la verdad histórica

La mentira como ejercicio de la política
Giancarlo Peralta
12 de noviembre del 2025

 

Los movimientos políticos que se autodenominan de izquierda han hecho de la mentira parte de su ejercicio de desinformación permanente. Son seguidores de las consignas de Joseph Goebbels, el responsable de la propaganda nazi durante el gobierno de Adolph Hitler.

Desde una mirada que pretende negar la verdad histórica afirman –hasta en las aulas universitarias– que el expresidente Pedro Castillo fue vacado con menos de 104 votos en el parlamento de la república, cuando la Constitución Política del Perú establece que para el procedimiento de vacancia se requiere una votación calificada no menor a los dos tercios del número legal de miembros del Congreso; es decir, 87 votos. Y Castillo fue vacado con 102 votos a favor, inclusive seis de ellos provinieron del partido de gobierno (Perú Libre), tres del Bloque Magisterial, una escisión de su propio partido, entre otras agrupaciones en las que se subdividió el improvisado partido de Vladimir Cerrón Rojas, que ahora pretende postular a la presidencia en 2026.

Recordemos que Nicolas Lynch, el panegirista de Castillo –luego de Guillermo Bermejo y, actualmente, de Betssy Chávez– fue ministro de Alejandro Toledo, quien arribó a la presidencia con el apoyo de los votos de la izquierda en 2001. Posteriormente, fue embajador de Ollanta Humala en Argentina, cargo del cual fue obligado a renunciar por recibir en la sede diplomática a promotores de los grupos subversivos que destrozaron el Perú durante los años de violencia (1980-1992). 

En el caso de Betssy Chávez, ex primera ministra de Castillo antes del golpe de estado del 7 de diciembre del 2022, señala que otorgar el asilo es una prerrogativa que le corresponde al gobierno que decide amparar ante el pedido de quien se considera “un perseguido político”. Pero, sucede que en el caso de Chávez se trata de alguien que decide junto a su jefe violar la constitución del estado y dar un golpe de estado. Estamos ante un hecho incontrovertible, ambos (Castillo y Betssy y quizás otros más) cometieron un delito de rebelión contra el orden constitucional que merece ser sancionado para disuadir a quienes en el futuro pretendan repetir dicha conducta.

Las izquierdas en el Perú y el mundo siempre pretenden ocultar sus crímenes y presentan a sus cabecillas como adalides que enarbolan movimientos populares. El emerretista Néstor Cerpa Cartolini fue responsable de la toma de la fábrica textil Cromotex en la década de 1970 y en 1996 reapareció cuando irrumpió violentamente en la residencia del embajador japonés en Lima, donde mantuvo por más de cuatro meses secuestrados a 72 rehenes. Estos hechos de violencia ocasionaron la muerte de trabajadores en el primer caso, así como de un rehén y dos comandos que participaron en la liberación de los rehenes en abril de 1997.

Esta práctica de las izquierdas de distorsionar la verdad histórica también la llevan al ámbito cultural, la película nacional “Chavín de Huántar”, que se encuentra en exhibición en la actualidad, niega u oculta intencionalmente la presencia del expresidente Alberto Fujimori en el proceso que condujo a la liberación de los secuestrados. 

Todo indica que hay mucha coincidencia entre el nazismo, el comunismo y el socialismo en el ejercicio de la mentira como práctica política.

Giancarlo Peralta
12 de noviembre del 2025

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