Tino Santander

La prensa limeña ya no influye en el Perú

El Perú profundo tiene sus propios flujos de información y opinión

La prensa limeña ya no influye en el Perú
Tino Santander
03 de febrero del 2020


El poder mediático limeño
tiene ahora una influencia limitada, y su comunicación no impacta como antes en millones de provincianos. El hecho se hizo patente en esta elección, en la que los vaticinios electorales de los medios capitalinos ni siquiera imaginaron que los candidatos y movimientos políticos regionales pudieran lograr tan alta votación con nuevos grupos desconocidos en la capital. Fue una sorpresa que derrumbó la idea de la influencia decisiva de los medios limeños en la formación de la opinión nacional.

Por eso, en el sur peruano, se lee muy poco a la prensa oficial u otros medios capitalinos. Los “provincianos”, como los llaman en Lima, perciben cómo esos medios distorsionan las noticias. Siempre aparecen los mismos comentaristas, analistas y los mismos periodistas para defender descaradamente a ciertos grupos de poder, en nombre de una economía de mercado que les acomoda.

Informan que las medicinas están carísimas, no porque exista un monopolio farmacéutico, sino porque la economía de mercado no debe tener regulaciones; el gas es carísimo y su precio no se puede rebajar por los costos operativos, ni tampoco se puede renegociar el contrato con el Consorcio Camisea que explota los yacimientos; o que las tasas de interés de las tarjetas de crédito, y de los préstamos agrarios y de vivienda son altísimos, pero no se reducen porque el riesgo país se incrementa. Así desinforman desde Lima. 

Los llamados programas políticos están orientados contra los enemigos de turno. Escasamente se informa en ellos sobre el gas, el agua, la agricultura o la fallida descentralización, que son temas que afectan e interesan a millones de ciudadanos en diferentes partes del territorio. Por eso la prensa limeña no tiene credibilidad y es duramente criticada en las provincias.

Sin embargo, la prensa regional, a pesar de sus limitaciones, tiene objetivos diferentes. Destaca los problemas regionales y sociales, y en ella el debate político es más ideológico y exigente. Es verdad que muchas veces la demagogia y la desinformación de la clase política regional son muy grandes, pero el esfuerzo de la prensa para informar a la gente es valioso. Los medios de comunicación son la correa de transmisión de los problemas económicos y sociales. La radio y la TV locales son importantísimos para informar a los pueblos y comunidades más alejadas, pues los medios de Lima ni los toman en cuenta ni los conocen, como tampoco a sus líderes ni organizaciones.

Algunos medios son vocingleros, pero la mayoría defiende con pasión los intereses regionales, protegen a los campesinos y a la agricultura, y combaten el abuso de las empresas de servicio público. Denuncian la falta de agua y plantas de tratamiento, y las pésimas carreteras; y señalan diariamente la ausencia del Estado y del gobierno en todas las instancias. Ahora, con Internet, pueden comunicarse y recibir noticias, y enviar sus programas a todo el país y el mundo.

Los medios de comunicación regional, a diferencia de los de Lima, son más democráticos y están al servicio de la población.

Tino Santander
03 de febrero del 2020

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