Eduardo Zapata

La peligrosa sinonimia entre narrativas e historia

No se debe reemplazar la realidad por la fabulación

La peligrosa sinonimia entre narrativas e historia
Eduardo Zapata
11 de agosto del 2022


Lo hemos dicho en una reciente video columna de
El Montonero. Pero creemos indispensable reiterarlo aquí. Nos referimos a lo perniciosa que resulta la falsa sinonimia entre las palabras ´narrativas´ e ´historia´.

Imaginemos por un momento que usted va a la clínica a hacerse un chequeo rutinario. Y escucha que la persona que lo atiende pide su ´narrativa clínica´ en vez de la habitual ´historia clínica´. Más que obvio primero se extrañará y hasta podría preocuparse. 

Y es que –como sabemos– la palabra narrativa nos remite al mundo de las subjetividades. A hechos, sí, tal como la historia, pero abordados desde una perspectiva que compromete impresiones y aun afectos y desafectos; finalmente una visión subjetiva, entonces formulada desde una determinada posición y siempre desde un yo. Con intereses loables a veces, cuando responden a formulaciones individuales o colectivas serias y sanas, perniciosas cuando esas narrativas son tributarias de un querer o desear antepuesto al hecho por analizar. Es lo que está ocurriendo hoy con el empleo de la palabra ´narrativas´ donde se antepone precisamente la ideología a los propios hechos analizables. 

La historia en cambio –lo sabemos– trata también de hechos. Pero para su análisis y sistematización se vale de un metalenguaje, un conjunto orgánico de conceptos que la disciplina histórica ha formulado en el tiempo para dar cuenta de esos hechos de la manera más objetiva posible en un punto dado del conocimiento científico. Mientras las narrativas discurren, entonces, en los ´me parece´, ´quiero´ o los hipotéticos subjuntivos ´quisiese´ ´desease´, la historia se apega a la supresión del yo y al privilegiamiento del ello.

Estamos viviendo narrativas post modernas no exentas por cierto de luces, ilusiones y aun parciales aciertos. Pero la historia está allí, con hechos inmarcesibles. Signos para ser leídos objetivamente. Poco favor nos hacemos y hacemos a los pueblos reemplazando la realidad por la fabulación y dejándonos subyugar por los bellos colores de un símbolo político sin analizar –por ejemplo– antecedentes y subyacencias objetivas agazapadas acaso detrás del atractivo simbólico. Ello se hace más peligroso –siguiendo al lingüista Bajtin- cuando quien enuncia la narrativa lo hace no solo confundiendo narrativa e historia, sino dándole a sus narrativas visos de verosimilitud y verdad. Citando a muchos autores, por ejemplo; vendiéndose hasta como amigo de ellos; o, al menos –y para una lectura desatenta– como muy cercanos.

Vivimos momentos de cambio cultural, que exigen creatividad y nuevas luces para problemas no resueltos o recién aparecidos. Ello no obvia sino más bien obliga a elucidar la historia para iluminar las narrativas, por provocativas que nos puedan parecer.

Eduardo Zapata
11 de agosto del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

Prohibido pensar

Columnas

Prohibido pensar

Alfred Korzybski fue gestor y director del prestigioso Instituto de Se...

29 de agosto
Ordo naturalis y ordo artificialis

Columnas

Ordo naturalis y ordo artificialis

A través del largo andar de la humanidad se ha puesto en eviden...

22 de agosto
Los foros y los floros educativos

Columnas

Los foros y los floros educativos

Así como en los noventas la sociedad peruana tuvo el coraje y l...

15 de agosto

COMENTARIOS