La mentira progresista

Últimamente hemos visto las intervenciones de diferentes presidentes en la 79 Asamblea de la ONU, quienes han hablado sobre la agenda globalista o también denominada Agenda 2030. Y muchos creyentes en la libertad hemos sonreído ante las verdades que el mandatario de Argentina Javier Milei les ha dicho a este organismo internacional. Y es cierto que el modelo de desarrollo sostenible que impulsa la ONU no es más que el plan progresista para manipular la mente de los ciudadanos del mundo con un sustento que parece ser irrisorio y hasta contradictorio para la realidad.

Es clarísimo que la ONU presenta muchas paradojas en su existencia, principalmente porque se supone que es un ente que vela por los derechos humanos y las libertades; sin embargo, tiene entre sus filas en el Consejo de Derechos Humanos a países que violan los mismos, como lo son Cuba y Venezuela. Eso nos hace pensar mucho en el discurso que año tras año, el progresismo ha intentado implantar en sus adeptos con un sustento irracional y fuera de contexto a una realidad existente.

Para nadie es novedad que el modelo socialista ha demostrado ser un fiasco para las repúblicas del mundo. Y el más claro ejemplo son las dictaduras comunistas que viven enfrascadas en regímenes autoritarios que parecen no tener fin. Dejando de lado las dictaduras comunistas de Cuba y Venezuela, que de eso ya se ha hablado mucho, podemos usar como ejemplo la situación que se vive en Corea del Norte, un país inmerso en el pasado, donde las libertades no existen en lo más mínimo y los derechos prácticamente son nulos.

¿Para qué persona, en su sano juicio, el comunismo es el mejor camino para una sociedad? ¿En qué sustento de la historia se basa esta hipótesis? 

Para muchos, la teoría igualitaria de Marx expresa en gran medida la necesidad de un pueblo oprimido por el capitalismo, generando una reacción revolucionaria en contra de ellos. Es así como nace que la igualdad se traduce, en lo más simple, en que por más preparado que tú seas, tienes que manejar la misma situación que alguien que no lo es, erradicando así la diferencia de clases. Algo que representa la mediocridad en su más claro contexto, y por qué no decirlo, quienes respaldan esta ideología son vagos que se han centrado en vivir de la mamadera del Estado. Y cuando han estado en el poder, han hecho de su país un caos desde todas las ópticas existentes.

El más claro ejemplo fue el kirchnerismo en Argentina, que logró devaluar la moneda de su país, generando una inestabilidad económica monumental. Y también el gobierno de Pedro Castillo en Perú que, con solo el discurso de estatización, logró que el precio del dólar se alzara de manera catastrófica para todos los peruanos, generando más caos.

Parece que el hobby de toda la clase comunista es vivir en el caos y el desorden sistemático, provocando inseguridad a los ciudadanos e intranquilidad en la república. Y ante esto, es pertinente preguntarse, ¿en serio creen que el progresismo es la mejor idea para una nación?