Tino Santander
La insurgencia de Aduviri
¿Qué propone el conocido dirigente aymara, favorito para ganar la elección en Puno?
Walter Aduviri nació en Mazocruz, Santa Rosa, distrito de la provincia sureña El Collao, Puno, a 4 mil metros sobre el nivel del mar. Aduviri postula actualmente a la presidencia del gobierno regional de Puno y tiene la primera opción a pesar de que sus propuestas son percibidas en Lima como “primitivas”. Aduviri invoca la “identidad cultural andina”, organiza grupos similares a los “ponchos rojos” bolivianos que se desplazan a las comunidades campesinas pidiendo el voto étnico. Anuncia en Juliaca que cuando él gane las elecciones no se realizarán operativos anticontrabando de la Sunat.
¿Qué pasa en Puno? La economía de mercado llega al altiplano en los años noventa. Se inicia lentamente un proceso de modernización económica y tecnológica. La modernización no la hace el Estado sino la iniciativa privada. Este choque cultural, en una sociedad mayoritariamente rural y tradicional, empieza a derrumbar mitos como “el colectivismo” y “la revolución socialista”. Estas ideas han sido superadas en Puno y Juliaca, que son los centros urbanos de la región. La revolución modernizadora crea una nueva conciencia individual. Surge así un mundo con tiempos y psicologías diferentes a las del pasado. La economía de mercado acelera las relaciones sociales y se forja una mezcla cultural diferente. Una articulación compleja de tradicionalismo y modernidad, desigual y diversa. El turismo vivencial, el turismo histórico cultural, el turismo ecológico y termal contribuyen a que Puno sea una de las regiones más cosmopolitas del país.
La gente de Walter Aduviri sostiene que desde Puno ellos miran al Perú en forma diferente. Dicen que los funcionarios del estado limeño comprenden al país de otra manera. Afirman que a los funcionarios y políticos que viven en Lima no les interesa entender el cambio profundo que está en marcha en los andes. Los políticos que están en Lima -según los seguidores de Aduviri-, son continuadores del virreinato español y no han logrado construir una república de ciudadanos libres e iguales. Ellos creen que esta tarea está pendiente y que debe formarse una auténtica república que distribuya la riqueza y el bienestar en todo el Perú.
En Puno las empresas privadas están más cerca de la gente que el estado. Crean empleo formal, tributan, desarrollan planes de responsabilidad social, fomentan una cultura de superación individual, promueven el desarrollo de la infraestructura. Walter Aduviri señala que, de seguir ausente el estado, todo puede transformarse en un caos político y social que envolvería incluso a las empresas privadas e inversionistas y los hundiría. Aduviri pretende asumir el gobierno regional para poner orden y establecer desde la presidencia las reglas de nuevos espacios de justicia y de relación entre los diferentes actores sociales. Expresa en forma categórica: “si no lo hacen desde Lima, lo hacemos nosotros”.
Aduviri proclama la necesidad de una nueva Constitución para construir un estado pluricultural donde todos los pueblos del Perú sean libres e iguales. El radicalismo de Aduviri es contra el estado que no brinda servicios básicos de calidad. No está contra el mercado y la inversión. No olvidemos que Puno es la región del mayor mercado informal del país. Eso explica sus posiciones contra la Sunat y Aduanas. El abandono del estado en todas sus instancias y la indiferencia de los partidos políticos -que ven al altiplano desde Lima y sin compromiso con sus demandas de progreso- fomentan plataformas confusas que atentan contra el desarrollo nacional. Estos son los hechos. Ahora, podemos comprender porqué insurge mi amigo Walter Aduviri, que no es un demonio.
Por Tino Santander Joo
(23 Set 2014)
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