Darío Enríquez

La gran historia de los salesianos en el mundo

Conmemorando el fallecimiento de su fundador San Juan Bosco

La gran historia de los salesianos en el mundo
Darío Enríquez
04 de febrero del 2020


El 31 de enero se conmemoró un año más del fallecimiento de uno de los más grandes personajes de la convulsionada Europa del siglo XIX: Juan Melchor Bosco Ochienna. Su nacimiento fue en 1815, en medio de una Europa en gran convulsión político-social y en los albores de la industrialización. Juan Bosco fue súbdito del reino de Piamonte-Cerdeña (con Turín como novísimo centro industrial), que al cabo de medio siglo formaría parte de un nuevo país, Italia, en el proceso que se conocería como de “unificación italiana” y que fusionó en forma violenta una decena de pequeños reinos asentados en la península, incluidos los denominados “estados pontificios”.

Don Bosco se ordenó sacerdote en 1841 y llegó a Turín, donde conoció de cerca el proceso de industrialización de esa gran ciudad, junto a la gran migración desde un campo empobrecido. Las condiciones de vida en la ciudad fueron muy difíciles para mucha gente, en especial para los jóvenes, pero a pesar de ello instalarse en la ciudad significaba una mejora comparativa y mucha expectativa respecto de la durísima vida rural. En ese contexto, el joven Don Bosco descubre su carisma para enfrentar esas dificultades proporcionando educación a los jóvenes, tanto espiritual en la fe cristiana como en diversos oficios como carpintería, imprenta y panadería. Las primeras escuelas de oficios llevaron, en el tiempo, a extender la acción educativa de los salesianos en el mundo tanto a primaria y secundaria, como a educación universitaria. 

La vida del pequeño Juan no fue nada fácil. Quedó huérfano de padre siendo apenas un niño de casi 2 años. Su madre, Doña Margarita Occhiena, quedó viuda a cargo de criar y mantener a 3 niños. Su espíritu de lucha para sacar adelante a su familia en las peores condiciones materiales sin duda transmitió valor, sacrificio y fuerza de carácter al joven Juanito. De hecho, Juan estudió secundaria en una escuela ubicada a 5 kilómetros de su casa, distancia que debía recorrer a pie cuatro veces cada día. Su fe cristiana y su amor por el estudio lo hizo aspirar al sacerdocio y los costos tanto de sus estudios secundarios como en el seminario, fueron cubiertos con diversos trabajos de todo tipo que el joven Juan realizaba. Sus habilidades físicas e histriónicas le permitían ganar dinero en diversas ferias pueblerinas con toda suerte de malabares:

“Puede ser que no me crean –escribe Don Bosco– pero a mis once años hacía juegos de manos, daba el salto mortal, hacía la golondrina, caminaba con las manos, andaba, saltaba y bailaba sobre la cuerda como un profesional”

https://colegiosalesianos.wordpress.com/2017/01/12/el-pequeno-prestidigitador-y-saltimbanqui

La denominación “salesiano” la establece Don Bosco en homenaje a San Francisco de Sales (1567-1622), obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia. Su madre, Doña Margarita, había educado a Juanito en la devoción por este santo sabio, patrón de periodistas y escritores.

La obra salesiana hoy es vasta y llega a 133 países en los cinco continentes. Hay más de 400,000 colaboradores directos en sus diversos emplazamientos y unos 15,700 sacerdotes en actividad. Más de medio millar de mártires salesianos a quienes rendimos sentido homenaje, fueron asesinados por el odio a la fe cristiana y acompañan su admirable historia.

Forman parte de la gran familia salesiana la Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos de Don Bosco), el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la Asociación de los Cooperadores Salesianos y diversas asociaciones de Exalumnos Salesianos. Según su portal oficial, casi 7.000 instituciones adscritas a la gran familia salesiana se encuentran prestando diversos servicios a la sociedad: 1.587 centros juveniles, 1.207 escuelas, 592 escuelas profesionales, 774 plataformas de ayuda social, 1.540 parroquias, 67 universidades, 527 residencias e internados para jóvenes, 32 emisoras de radio, 11 centros de televisión, 88 librerías, 48 editoriales y 164 centros de formación religiosa. La fuerza de la fe, su resistencia y resiliencia frente a todo tipo de obstáculo, oposición y agresiones violentas tiene sustento importante en grandes obras y acciones de seres humanos tocados por la santidad, que hacen patente la paremia bíblica: “Por sus frutos los conocerán”.

San Juan Bosco es el patrón de magos e ilusionistas, gente de circos, escuelas de oficios, editores, actores, cineastas, aprendices, etc. Sin embargo, el mayor de los títulos conferidos a este gran hombre santo es el que reconoció el papa San Juan Pablo II al conmemorar el centenario de su muerte en 1989: “Padre y maestro de la juventud”.

Un vibrar, de corazones, de sonrisas y cantares,
se convierte en oraciones de la tumba a los altares.

Mira en torno, cuantos miles, de tus hijos te proclaman,
cuantos pechos juveniles como padre te reclaman.

Tras los montes, tras los mares, tu figura se agiganta,
y en los densos horizontes, como un faro se levanta.

Don Bosco te aclaman, cual padre y pastor
legiones inmensas con himnos de amor”

(extracto de “Himno a Don Bosco”)

Darío Enríquez
04 de febrero del 2020

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