La competitividad impulsa el desarrollo regional

El Instituto Peruano de Economía dio a conocer esta semana su Índice de Competitividad Regional 2018, en el que Lima Metropolitana y el Callao ocupan el primer lugar, seguidos de las regiones Arequipa, Moquegua, Ica y Tacna. Apurímac salta al puesto 14 y las regiones de menor performance (de menos a más) son Cajamarca, Puno, Loreto, Huánuco, Huancavelica. Si comparamos con los resultados del 2017, volvemos a encontrar a las cinco regiones que ocuparon los primeros lugares. Mientras que Apurímac estaba en el puesto 19. Y, las cinco últimas posiciones fueron ocupadas por las también antes mencionadas.

Si nos remontásemos a diez años atrás, el registro en los dos últimos lugares venían siendo ocupados durante varias decenas de años por las regiones Huancavelica y Apurímac. ¿Qué ha hecho que Apurímac deje de estar en los últimos lugares y pase a estar casi a mitad de la tabla de competitividad regional? El desarrollo del proyecto minero Las Bambas, el cual se encuentra en operación desde el 2016.

¿Qué hace que las cinco regiones que ocupan los primeros lugares se mantengan en dicha posición? Ciertamente Lima, por ser capital de la República concentra gran parte de la industria, las finanzas y es el centro de las decisiones de orden político que impactan en todo el país. Suele ocurrir algo similar en las capitales latinoamericanas, por lo que no es de extrañar que ostenten el primer lugar.

No obstante, Lima, Arequipa, Moquegua, Ica y Tacna son regiones que registran actividad minera importante y de una trayectoria relevante de varias décadas. Se suman a ella otras actividades como la agricultura, el turismo y la generación energética; y también actividades transversales a todas, como el comercio, la construcción y las finanzas.

En el Perú, donde ha sido posible el desarrollo de algún emprendimiento extractivo el avance ha sido significativo. Para el Cusco, el aprovechamiento del gas de Camisea le significó regalías cuyo monto ha superado a lo que tradicionalmente le ofrece el turismo. A lo anterior hay que sumarle el aporte de operaciones mineras como Antapaccay. Cusco se ubica a media tabla, alrededor del puesto 12.

Las regiones Arequipa (Cerro Verde), Moquegua (Cuajone), Tacna (Toquepala) e Ica (Shougang) sí registran operaciones mineras relevantes, las tres primeras de cobre y la última de hierro. La consolidación del desarrollo económico y social depende de una suma de factores, como el entorno económico: cuando una región cuenta con un entorno favorable a las inversiones se desarrollan otros emprendimientos que impactan favorablemente en la infraestructura, en la salud, en la educación, en la generación, en la formalización del empleo y en la consolidación de las instituciones.

No es casualidad que las cinco o seis regiones que ocupan los primeros lugares en el Índice de Competitividad Regional 2018 también destaquen en temas de interés social como educación (Tacna 1º y Moquegua 2º), instituciones (Moquegua 1º y Tacna 3º) y salud (Moquegua 3º y Tacna 10º). producto bruto interno real per cápita (Moquegua 1º y Tacna 5º), cobertura de agua (Moquegua 2º y Tacna 6º) y cobertura de desagüe (Tacna 2º y Moquegua 3º).

¿Por qué son importantes estos resultados? Porque nos indican cuál será el resultado previsible del ingreso de las siguientes operaciones mineras (en este orden: nombre de la concesión, distrito donde está ubicado, provincia y región): Tía María en Cocachacra-Islay-Arequipa, Los Chancas en Tapairihua-Aymaraes-Apurímac y Michiquillay en La Encañada-Cajamarca-Cajamarca. En este último caso, al desarrollo de Michiquillay podrían también contribuir operaciones mineras que, sin lugar a dudas, revertirán la actual situación de Cajamarca para posicionarla nuevamente en ubicaciones relevantes dentro del Índice.

La región Cajamarca, además de su potencial minero, cuenta con actividad agropecuaria y turística relevante, gracias al legado cultural que cobija.