Tino Santander
Juliaca, la perla del capitalismo andino
Análisis de la situación social y económica actual de la ciudad de Juliaca.
Juliaca, la “ciudad de los vientos”, por su ubicación en la meseta del Kollao, también es conocida como la “ciudad calcetera” (por su producción de calcetines). Allí se desarrollaron las culturas Qaluyo, Pukara, Waynarroque, Tiahuanaco, Aimara e Inka. Durante la colonia fue un importante corregimiento proveedor de mano de obra para las minas de Potosí. En La república, con la llegada del Ferrocarril, en 1873, se convirtió en el eje de las comunicaciones del sur peruano, que exportaba entonces lana, fibra, cuero, quesos a Europa, vía Mollendo. A Juliaca llegaba toda clase de productos importados que se comercializaban en el altiplano.
Hoy Juliaca se ha convertido en “la perla del capitalismo andino”. Es una ciudad de conexión al sur peruano y a Bolivia. El 75 % de su población se dedica al comercio formal e informal. Su parque industrial es el más importante del sur del Perú, pues alberga a “Alicorp”, “Backus”, “Direpsur”, “Tecnología e importación”, “Embotelladora Juliaca”, “Inca Motors”, “Compañía Textilera”, “Cementos sur”. El sistema financiero tiene una presencia masiva en la ciudad (Banco de Crédito del Perú”, “BBVA Banco Continental”, “Scotiabank”, “Interbank”, “Banco de la Nación”, “Banco Interamericano de Finanzas”, “Banco Financiero”, “Crediscotia”, “Banco Azteca”, “Mi Banco”, “Credicoop la Isla”, “Caja Municipal de Cusco”, “Caja Municipal de Arequipa”, “Caja Municipal de Piura”, “Caja Municipal de Sullana”, “Caja Municipal de Tacna”, “Caja Rural Los Andes”). También está el Centro Comercial “Real Plaza” (“Plaza Vea”, “Oeschle”, “Cineplanet”, etc.).
Tiene 7 señales de televisión abierta, 20 estaciones de TV UHF, 42 estaciones de radio FM y 6 AM, cuenta con servicio de telefonía celular e internet. La gran empresa formal convive con el comercio informal –el contrabando-, la delincuencia organizada, el crecimiento desordenado (tiene más de 150 barrios pero solo están reconocidos 50). El 38% de la población cuenta con agua, el 21% con desagüe. Lo más grave: Juliaca tiene agua solo dos horas al día y la inseguridad crece cada día. El año pasado se registraron 1.300 denuncias policiales: el 26% por delitos contra el patrimonio y hurto, y el 18 % por homicidios (linchamientos y sicariato). La minería informal y el narcotráfico hacen de la “ciudad de los vientos” una de las más inseguras del país. Sin embargo, la gran empresa se consolida económicamente en la región.
El alcalde provincial Oswaldo Marín Quiro ha dicho que urge una ley que declare en emergencia su provincia: “No será fácil reconstruir el sistema de agua potable y alcantarillado en una ciudad en la que impere el caos y el desorden”. Juliaca necesita un saneamiento físico y legal, construir pistas y veredas nuevas (Juliaca en época de lluvias es un lodazal intransitable), organizar la seguridad ciudadana, mejorar el transporte público, todo lo cual demanda la participación de la empresa privada y los ciudadanos.
Que desconectados está el Perú oficial: mientras en Lima polemizan sobre el futuro de Belaunde Lossio), en la perla de los andes puede estallar un conflicto social masivo. El 4 de noviembre de 1965, Juliaca paralizó contra la indolencia del centralismo limeño. Exigiá entonces agua potable y alcantarillado, electricidad, construcción de un camal, un mercado, carretera asfaltada hacia Puno; y un hospital. Fernando Belaunde Terry, presidente del Perú, reprimió brutalmente la protesta, con un resultado de 4 muertos y centenares de detenidos, entre ellos el alcalde Luis Cáceres. Estamos advertidos.
Por Tino Santander Joo
(13 - Ene - 2015)
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