Eduardo Zapata

Jabones del bicentenario

El fracaso de la ciudad letrada

Jabones del bicentenario
Eduardo Zapata
24 de marzo del 2021


La situación por la que atraviesa el país ha actualizado en muchos conceptos como crisis de la institucionalidad, crisis de la representación política y crisis  de la partidocracia, hasta advenir al concepto de Estado fallido.

Ya Ángel Rama, en su libro La ciudad letrada, publicado en 1986, advertía cómo la palabra escrita se había convertido en herramienta de dominación –desde la Conquista e ininterrumpidamente durante la República– configurando sociedades y trazando urbanísticamente ciudades donde el centro letrado configuraba el Poder. Fue Antonio Cornejo Polar, en su libro Escribir en el aire, quien nos subrayó que la oralidad no solo pervivía en el Perú sino –y en eso convinimos conversando con él– constituía un sistema epistemológico. Existente y con gran vitalidad.

Con el transcurrir de los años el centro de la ciudad letrada, que pretendía jerarquizar y subordinar, fue oscureciéndose gradualmente. Recuerdo que ya 25 años atrás la directora del Programa de Estudios Generales de una universidad de Lima, decía no solo que los parlantes que iban en los autos se llamaban autoparlantes, tal vez imitando la sabiduría de su Rectora, que convertía la expresión homérica original “entre tirios y troyanos” modernizándola en una nueva versión “entre cirios y troyanos”. Bueno, se trataba de la misma Rectora que decía que la cultura general era una “cojudez”.

Y este oscurecimiento ha continuado. Enseñoreándose ya no una ciudad letrada, sino una pseudo escribalidad; desde la cual se ha pretendido seguir subordinando y jerarquizando. Ayer fue la explotación del ´dolor´ por la violencia subversiva. Hoy, autores literarios con baja autoestima y poca literacidad, resultan aplaudidos por pregonar a los cuatro vientos su condición de “excluidos”. Pretendidos cineastas hacen lo mismo con la condición de género. Hombres de universidad que se autotitulan depositarios de lenguajes y culturas del Perú. Medios de comunicación que nadie lee ya, pero que se siguen autopercibiendo como referentes y expresión de la opinión pública. Que no nos llamen la atención, entonces, las lisuras y gestos vulgares de algún candidato y tampoco la “infratutura”.

Mientras esto estaba ocurriendo en el centro letrado, la periferia –supuestamente las reservaciones– mantenía su voz. Y a pesar del bajísimo nivel de educación recibido, no solo luchaba por sobrevivir, también se empoderaba, en gran parte debido a la pobreza del centro y a las oportunidades ofrecidas por el mundo digital. El huayno conoció el teclado electrónico y se convirtió en himno nacional.

Sabemos que las marcas comerciales deben responder a imaginarios colectivos. Resulta curioso que los jabones plebeyos –hechos inicialmente para lavar ropa- se denominen Bolívar, San Martín y Grau. Nombres que evocan libertad, lucha y honorabilidad. Y que como productos son eficaces, denotan y connotan limpieza, no son cosméticos y tienen costo razonable. Por cierto nadie los regala, no son un bono, se compran porque sirven. Y no porque en su publicidad sean recomendados por algún ´notable´; terrible palabra, por lo demás, que evoca ese pasado falsificado y hoy encarnado en impostores que de notables no tienen nada.

Ad portas de las elecciones sería conveniente conocer el hacer, sentir –y siguiendo a Ortega y Gasset– el decir de la gente. Ni dádivas, ni transparencias, ni reservas morales. Oportunidades para todos, la palabra directa aunque a veces sea duro escucharla… y eficiencia. El resto lo pondrá lo que el común de los peruanos ha venido poniendo hasta ahora. Un Estado pequeño, ágil y eficiente –con valores– es el único remedio contra la corrupción.

Eduardo Zapata
24 de marzo del 2021

NOTICIAS RELACIONADAS >

Ya estamos grandecitos

Columnas

Ya estamos grandecitos

Se ha dicho aquí hasta el cansancio. Con Charles Morris y su se...

16 de mayo
Música y memoria

Columnas

Música y memoria

Las canciones se vuelven perdurables –y aun entrañables&n...

09 de mayo
Las escuelas populares en TV

Columnas

Las escuelas populares en TV

Ciertamente tengo buenos amigos políticos, periodistas y abogad...

02 de mayo

COMENTARIOS